Este viernes 24 de mayo "Canto pedestre" en la ciudad de los vientos Juliaca

Posted: martes, mayo 21, 2013 by Walter L. Bedregal Paz in
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Canto pedestre
Carlos Mendoza
Grupo Editorial Hijos de la lluvia
Serie de poesía contemporánea Abismos silenciosos
Pp. 65 Nº 01
ISBN Nº 978-612-46080-2-5
Lima, julio 2012.

Desde el altiplano peruano, "Juliaca" la ciudad de los vientos, 
el Grupo Editorial Hijos de la lluvia presentará.
_______________________
Dentro de sus actividades literarias, se complacerá en presentar
 el día JUEVES 24 de mayo, 
en el patio de comidas de REAL PLAZA - Juliaca
a partir de las 18: 00 Horas, el libro:

CANTO PEDESTRE

 de Carlos Mendoza

Presenta: 

Walter L. Bedregal Paz
Director y coordinador de la Serie de poesía contemporánea Abismos silenciosos 

Comentan:
Darwin Bedoya
Premio Copé Internacional de poesía 2011

Jorge Alejandro Vargas Prado


 
  

Siento espuma y me dan ganas de abrazar estos poemas. En ellos se erige la nostalgia de, digamos, una tarde resacosa en la ciudad de los vientos al lado de un perro, pero sin vientos. Porque, ¿de dónde viene y hacia dónde quiere ir este poeta?
         Carlos Mendoza confía que un poema puede quebrar el orden de estas sociedades donde se exigen actitudes y “vocaciones” que solo nos alejan de la explosión de nuestro espíritu. Y en este trance ha jugado una partidita de ajedrez con Arthur Rimbaud ―un francés bohemio con cara de príncipe de relato mitológico― y Oquendo de Amat ―un puneño igual de joven y alocado que sin querer derrama pétalos de sus bolsillos por donde va. Mendoza goza frotando su cuerpo herido con litros de sangre enamorada y con alcohol de alta pureza. Carlos, o mejor: la poesía de Mendoza, deambula entre el infierno vaticinado y el cielo: sexo heteronormativo. Se eleva de noche como un fuego artificial, y se vuelve a elevar de día como 5 globos metálicos de helio. Aunque arrastre ojos, labios y lágrimas en su ascenso, la poesía de Carlos Mendoza ha sabido ya agitar sus alas y sus ojos se van poblando como un bosque furioso de cristal.

Jorge Alejandro Vargas Prado
Anta sitwa killa, Qusqu llaqtapi.



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
_______________________
Carlos Mendoza (Ayaviri, Puno - 1990)

El amor por la literatura lo llevo a transitar otros caminos lejos de la carrera que está estudiando para dedicarse íntegramente a las letras. Publicó su opera prima Cuerpo enamorado (Grupo Editorial Hijos de la lluvia, 2010), luego de integrar el Taller de literatura La tribu de los espantapájaros dirigida por Darwin Bedoya. Colabora en las ediciones de la revista de literatura La rama torcida. La poesía dice él: discurre entre el trajín diario y una constancia por olvidar lo jodido que esta el mundo en estos días. Es director de la revista de literatura Cavernario. Tiene Pobresía y 15 poemas para acompañar la soledad, para su respectiva publicación. Está concluyendo su próximo libro Desierto de ceniza.


Más información:

Persistencia de la eternidad / Antología de poemas a la Madre

Posted: sábado, mayo 11, 2013 by Walter L. Bedregal Paz in
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Persistencia de la eternidad / Antología de poemas a la Madre 
Walter L. Bedregal Paz / Compilador
Colección de poesía: Malos remedios Nº 02
Grupo Editorial Hijos de la lluvia S.C.R.Ltda.

Primera  edición,  julio de 2012
Dimensiones 17 X 25 cms

Nº de Pág. 90

Hecho el Depósito Legal en la
Biblioteca Nacional del Perú Nº 2012 - 07450
Lima - Perú

   
Derechos exclusivos de edición
en español reservados
© Grupo Editorial Hijos de la lluvia S.C.R.Ltda. 2012
Gladys Hinojosa Aguirre
www.hijosdelalluvia.com
http://hijoslluvia.blogspot.com/
Teléfono: 051-322608 / Cel. 951-333723
Jr. Enrique P. Cáceres Nº 339 - Juliaca





Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura

Carlos Oquendo de Amat



Mi madre hablaba como la aurora y
como los dirigibles que van a caer.
Tenía cabellos color de bandera y
ojos llenos de navíos lejanos./
Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcoiris.

Vicente Huidobro



Ahora
sin embargo 
Todo es más sencillo 
Tú muerte me ha convertido 
En el huérfano más triste de la noche 

Juan Cristóbal 



Desde el recuerdo
grato
de la sangre
te llamo
como un niño
que ha perdido sus juguetes

Edgardo Tello




Prólogo

Mercedes y yo


La muerte duerme placenteramente/ dentro de nosotros, en vigilia, / cuidemos que no despierte. Decía en un mensaje, de una de las escenas culminantes en Pamoslake, texto narrativo en el que llevaba al extremo las relaciones familiares. Ese tema preeminente en la literatura universal sirve de nexo para “forjar” –palabra que me gusta– esta antología de poesía a la madre, con la que pretendo hacer un retrato de familia, en ella participan poetas de reconocido prestigio, las mejores firmas emergentes y algunas jóvenes promesas que conformarán dentro de unos años el panorama poético nuestro. En total, más de una treintena de autores que hacen de esta una antología donde la ternura y el sentir humano hacen fiesta.
Ahora quiero escribirle a mi madre, a pesar que está lejos, porque sé que ella estará siempre con nosotros, en todos los instantes de nuestra vida, porque una madre jamás abandona el fruto de sus entrañas; largos años de consejos ella supo brindarme, sus manos llenas de callos reflejaron tanto trabajo… siento que es poco lo que hago con este humilde homenaje junto a las imágenes que hicieron vibrar el corazón de los poetas en distintos pueblos, en horas desiguales, ante credos poéticos y escuelas obedientes a sensibilidades diversas. Mujer de tantos esfuerzos para darme educación y siento en mi corazón que las gracias debo darle. La nieve de la experiencia supo pintar su cabellera, en su rostro note la complacencia y felicidad al conocer a sus nietos, David, Cristopher y Dana; sé que hoy, a pesar de su ausencia, debo sentirme dichoso de tener a su Eusebio, mi padre, a mi lado… 
Este es un tributo a tu amor. De esta manera sabré que aún estás con nosotros. Porque al verte ahora sólo en fotografías que guardamos en viejos álbumes de familia, desempolvamos nuevas compañías, que se convierten en recuerdos felices, que atesoraremos aprendiendo de los olvidos, más de cien palabras, tu única mirada, más de cien motivos para recordarte siempre, que valdrán la pena; ahora eres el ángel en el cielo que cuidarás nuestras vidas con anhelo, revivirás la esperanza cada día, sembrarás luceros para no perdernos en el camino.
Persistencia de la eternidad, es un libro colectivo de poemas sobre el mundo de las relaciones familiares en torno a la madre, en el que participan autores de diferentes generaciones y estéticas, una prometedora antología de poemas. [...] La madre es el tema que une todos los relatos que conforman esta antología escrita. No hay mucho más para decir sobre la trama porque, en realidad, no se trata de un libro con introducción, nudo y desenlace. Es otra cosa, y de ningún modo de un premeditado menester antológico. El libro tiene un fin, de lo selecto y pleno de las más bellas palabras, giros y poemas, que recuerdan a cada instante los afanes, sacrificios y dolores que lleva a cabo la madre, promoviendo que el mejor homenaje, éste y los años siguientes será recordarla. El poeta murciano José Selgas, al referirse a las madres decía: Las madres son las que cubren de ángeles la tierra. La madre es una cosa que el niño ama y el hombre olvida. 
Nada de lo que se escriba al respecto estará a la altura de lo que está escrito en el cielo, que confundo en las noches con una estrella fugaz que lleva tu nombre. Pero yo no olvido... porque aquí comienza lo que no se acaba: tu nombre y tu memoria. 
Madre, tú que has dado tanto, hoy debo agradecer rindiendo honor a tu memoria; sólo quiero que no me olvides donde te encuentres, solamente estás feliz en mis sueños donde te busco, quiero verte… aunque me dan pastillas para no soñar, todo cambia, lo sé, pero hay cosas que se resisten.

                                                                                                                                                    Tu hijo.





Por qué me quite del vicio
   No es por hacerles desaigre... Es que ya no soy del Vicio... Astedes me lo perdenen, pero es qui hace más de cinco años que no tomo copas, onqui ande con los amigos.
   Que si no me cuadran...? ¡Harto! Pa que he di hacerme el santito, si he sido reteborracho; ¡Como pocos lo haigan sido! ¡Per’ora si ya no tomo, manque me lleven los pingos!    Dendi antyes que me casara encomencé con el vicio; y aluego,ya de casado, tamién le tupí macizo... ¡Probecita de mi vieja! ¡Tan guena sempre conmigo! ¡Por más que le hice sufrir, nunca me perdió el cariño!
   Era una santa la probe, y yo, con ella, un endino, nomás pa que no sufriera, llegué a quitarme del vicio, pero, poco duró el gusto, la de malas se nos vino y una noche redepente, quedó com un pajarito.
  Dicen que juél corazón... yo no se lo qui haiga sido; pero sento en la concencia que jué mi vicio cochino el que hizo que nos dejara solitos ami y mi hijo. ¡un chilpayate di ocho años que quedaba guerfanito a la eda en qui hace más falta la madre con su cariño!    Me sentí disesperado de verme solo con mi hijo. ¡Probecita criatura! Mal cuidado...Mal vestido... Sempre solo...¡Ricordando al angel que bía perdido!  
   Antonces pa no pensar golví a darle recio al vicio, porque poniéndome chuco, me jallaba más tranquilo, y cuando ya estaba briago y casi jueras de juicio parece que mi dijunta, taba alli,¡junto conmigo!  
   Al salir de mi trabajo, me iba yo con los amigos. y aluego, ya a medios chiles, mercaba yo harto refino y regresaba a mi casa onde mi aguardaba mi hijo; y alli, ¡duro...! trago y trago, hasta ponerme bién pítimo. ¡Y ai estaba la tarugada!
   Ya endenantes les he dicho; lueguito vía a mi vieja que llegaba a hablar conmigo y encomenzaba a decirme cosas de mucho cariño, y yo, a contestar con ella, como si juera dialtiro cierto lo que estaba viendo, en tan y mientras que mi hijo se abrazaba a mi asustado, diciéndome el probe niño: -¿Onde esta mi mamacita? Dime onde esta papacito... ¿Es verdá que te esta hablando? ¿Cómo yo no la deviso...? - «¡pos que no la ve, tarugo, vaya a que li haga cariños!»..
   Y el probecito lloraba y pelaba sus ojitos buscando retiasustado a aquella a quen tanto quizo...    Una noche al regresar de estarle dando al oficio, llego y, al abrir la puerta, ¡ay, Jesús, lo que deviso! Hecho bola sobre el suelo, taba tirado mi niño, risa y risa como un loco y pegando chicos gritos. - ¿Qué te pasa? ¿Qué sucede? ¿Ti has guelto loco dialtiro?!  
   Pero intoces, en la mesa, vide al frasco del refino, que yo bía dejado lleno, interamenta vacío.   Luego luego me dí cuenta  y me puse retemuino: - «¿Qui has hecho, escuincle malvado? ¡Ya bebites el refino¡ ¡Pa qui aprendas a ser gueno, voy a romperte el hocico!...».
   Y aluego, con harto susto, que le hizo golver  el juicio, y con una vos di angustia que no he di olvidar, me dijo: - «No me pegues...No me pegues... Ni jui malo, papacito, ¡Jue pa ver a mi mamita como cuando habla contigo! ¡Jue pa qu›ella me besara y m›hiciera hartos cariños!»
   Dende entonces ya no tomo onqui ande con los amigos...  No es por hacerles desaigre, pero ya no le entro al vicio... Y cuando quero rajarme, porque sento el gusanito  de tomarme alguna copa, nomás me acuerdo de mi hijo, y antonces si ya no tomo ¡Manque me lleven los pingos!


Carlos Rivas Larrauri, (México, 1900 - 1944).
En: Del arrabal. (Editores mexicanos unidos, 1a. edición abril: 1997).



_________________________
MAYOR INFORMACIÓN:



LABERINTO de Javier Núñez

Posted: by Walter L. Bedregal Paz in
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Laberinto
Javier Núñez
Género: Novela
Serie de novela Resplandores del fuego 
Nº de la Colección: 01
Año de edición:
2012
Edición:
1ra. Edición
Fecha de publicación
Diciembre, 2012
Dimensiones:
22.5 X 15.5
Nº de páginas:
120
ISBN: 978-612-4177-00-2 



¿Quién mato a Gabriel del Villar?

En esta novela se rastrean los pasos de un posible asesino.
Y al final todos resultan ser asesinos. Incluso el propio autor…

Javier Núñez -autor de Vírgenes y Herejes (Premio Nacional de Novela “Ciudad incontrastable”- 2011)- narra una historia hipnótica y alucinante desde la primera página hasta la última, a partir de un hecho conmovedor: la desaparición del joven universitario Gabriel del Villar en el valle del Colca.

En Laberinto se entrecruzan dos historias paralelas: Gabriel desaparece misteriosamente y se llega a la conclusión de que se trata de un crimen. Su hermano Erick emprende la venganza, amenaza con matar a Débora Hernández, novia de Gabriel, la única sospechosa, hasta el momento; logra conversar con el fantasma de la víctima a través de varios médiums y conoce las versiones más sorprendentes sobre el supuesto asesinato. Por otro lado Christopher de la Riva se propone escribir una novela basada en la vida de Gabriel por sugerencias de su amigo Américo del Valle. ¿Qué papel  juega e todo esto Américo?, ¿ocultará algo detrás de su vocación literaria? Christopher viaja a Lima, Arequipa y Chivay en busca de datos para su novela. En Cusco es secuestrado y amenazado por escribir dicho libro, y conoce un dato clave que puede llegar a identificar al asesino.

Una novela sobre el laberinto, la encrucijada, los caminos que se entrecruzan en nuestras vidas, y sobre nuestros pasos que se pierden para llevarnos a la muerte. 








_________________________________
Javier Núñez
Aunque había descubierto su vocación literaria antes de los diez años y escrito sus primeros relatos, desde el 2004 se dedicó a la literatura con bastante pasión y disciplina. Fue director y editor de los boletines literarios: Letrajoven (2004 - 2005) y Gatos y garabatos (2006 - 2007). Publicó Espejos de bronce(Letrajoven Ediciones, 2005), Salomé y otros cuentos (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia, 2009), Asesinas (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia, 2010) y Vírgenes y herejes (Bisagra Editores, 2011). En el 2008 fue Primera Mención Honrosa con el cuento Clara Luz en el V Premio Regional de Cultura, auspiciado por el I.N.C. de Cusco. En el 2009 fue Segunda Mención Honrosa con el cuento El profesor Arias en el Premio Nacional “Víctor Humareda Gallegos”. En el 2011 obtuvo el I Premio Nacional de Novela “Ciudad Incontrastable”, con Vírgenes y herejes. Actualmente es director de la revista de literatura Debonsái.
          Estudio Lengua y Literatura (UNA-Puno), maestría en Lingüística Aplicada (UNSA-Arequipa), y cursa estudios en Ciencias Contables (UNA-Puno). Sus líneas de investigación son: Análisis del Discurso, Pragmática y Teoría literaria.


Persistencia de la eternidad / Antología de poemas a la madre

Posted: jueves, mayo 09, 2013 by Walter L. Bedregal Paz in
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Colección de poesía: Malos remedios Nº 02
Coordinación y Dirección: Walter  L. Bedregal Paz
Primera  edición,  julio de 2012

© Persistencia de la eternidad / Antología de poemas a la Madre 
   
© Walter L. Bedregal Paz / Compilador
    http://walterbedregal.blogspot.com/
    desvarioliterario@hotmail.com

Derechos exclusivos de edición
en español reservados
© Grupo Editorial Hijos de la lluvia S.C.R.Ltda. 2012
Gladys Hinojosa Aguirre
www.hijosdelalluvia.com
http://hijoslluvia.blogspot.com/
Teléfono: 051-322608 / Cel. 951-333723
Jr. Enrique P. Cáceres Nº 339 - Juliaca


Hecho el Depósito Legal en la
Biblioteca Nacional del Perú Nº 2012 - 07450


Editor: Darwin Bedoya
Diagramación/ composición/ diseño de portada e interiores:
David C. Colquehuanca Añamuro
Digitación: Maryluz Cayllahua Jihuallanca
      Edith Carolina Apaza Cutipa
      Dulia Zulma Cala Vilavila
Diseño de la colección: Eulogio Constantino Ramos Bautista
Concepto: Carlos Mendoza


Impreso y hecho en el Perú / Printed in Perú





 Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura

Carlos Oquendo de Amat



Mi madre hablaba como la aurora y
como los dirigibles que van a caer.
Tenía cabellos color de bandera y
ojos llenos de navíos lejanos./
Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcoiris.

Vicente Huidobro



Ahora
sin embargo 
Todo es más sencillo 
Tú muerte me ha convertido 
En el huérfano más triste de la noche 

Juan Cristóbal 



Desde el recuerdo
grato
de la sangre
te llamo
como un niño
que ha perdido sus juguetes

Edgardo Tello




Prólogo

Mercedes y yo


La muerte duerme placenteramente/ dentro de nosotros, en vigilia, / cuidemos que no despierte. Decía en un mensaje, de una de las escenas culminantes en Pamoslake, texto narrativo en el que llevaba al extremo las relaciones familiares. Ese tema preeminente en la literatura universal sirve de nexo para “forjar” –palabra que me gusta– esta antología de poesía a la madre, con la que pretendo hacer un retrato de familia, en ella participan poetas de reconocido prestigio, las mejores firmas emergentes y algunas jóvenes promesas que conformarán dentro de unos años el panorama poético nuestro. En total, más de una treintena de autores que hacen de esta una antología donde la ternura y el sentir humano hacen fiesta.
Ahora quiero escribirle a mi madre, a pesar que está lejos, porque sé que ella estará siempre con nosotros, en todos los instantes de nuestra vida, porque una madre jamás abandona el fruto de sus entrañas; largos años de consejos ella supo brindarme, sus manos llenas de callos reflejaron tanto trabajo… siento que es poco lo que hago con este humilde homenaje junto a las imágenes que hicieron vibrar el corazón de los poetas en distintos pueblos, en horas desiguales, ante credos poéticos y escuelas obedientes a sensibilidades diversas. Mujer de tantos esfuerzos para darme educación y siento en mi corazón que las gracias debo darle. La nieve de la experiencia supo pintar su cabellera, en su rostro note la complacencia y felicidad al conocer a sus nietos, David, Cristopher y Dana; sé que hoy, a pesar de su ausencia, debo sentirme dichoso de tener a su Eusebio, mi padre, a mi lado… 
Este es un tributo a tu amor. De esta manera sabré que aún estás con nosotros. Porque al verte ahora sólo en fotografías que guardamos en viejos álbumes de familia, desempolvamos nuevas compañías, que se convierten en recuerdos felices, que atesoraremos aprendiendo de los olvidos, más de cien palabras, tu única mirada, más de cien motivos para recordarte siempre, que valdrán la pena; ahora eres el ángel en el cielo que cuidarás nuestras vidas con anhelo, revivirás la esperanza cada día, sembrarás luceros para no perdernos en el camino.
Persistencia de la eternidad, es un libro colectivo de poemas sobre el mundo de las relaciones familiares en torno a la madre, en el que participan autores de diferentes generaciones y estéticas, una prometedora antología de poemas. [...] La madre es el tema que une todos los relatos que conforman esta antología escrita. No hay mucho más para decir sobre la trama porque, en realidad, no se trata de un libro con introducción, nudo y desenlace. Es otra cosa, y de ningún modo de un premeditado menester antológico. El libro tiene un fin, de lo selecto y pleno de las más bellas palabras, giros y poemas, que recuerdan a cada instante los afanes, sacrificios y dolores que lleva a cabo la madre, promoviendo que el mejor homenaje, éste y los años siguientes será recordarla. El poeta murciano José Selgas, al referirse a las madres decía: Las madres son las que cubren de ángeles la tierra. La madre es una cosa que el niño ama y el hombre olvida. 
Nada de lo que se escriba al respecto estará a la altura de lo que está escrito en el cielo, que confundo en las noches con una estrella fugaz que lleva tu nombre. Pero yo no olvido... porque aquí comienza lo que no se acaba: tu nombre y tu memoria. 
  Madre, tú que has dado tanto, hoy debo agradecer rindiendo honor a tu memoria; sólo quiero que no me olvides donde te encuentres, solamente estás feliz en mis sueños donde te busco, quiero verte… aunque me dan pastillas para no soñar, todo cambia, lo sé, pero hay cosas que se resisten.

                                                                                                                                                    Tu hijo.



El brindis del bohemio 


En torno de una
mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.

Los ecos de sus
risas escapaban
en espirales se
elevaban al cielo,
simbolizando al
resolverse en nada,
la vida de los sueños.

Pero en todos los
labios había risas,
inspiración en
todos los cerebros,
y repartidas en la
mesa, copas
pletóricas de ron,
whisky o ajenjo.

Era curioso ver
aquel conjunto,
aquel grupo bohemio,
del que brotaba la
palabra chusca,
la que vierte veneno,
lo mismo que, melosa
y delicada, la música
de un verso.

A cada nueva
libación, las penas
hallabanse más lejos
del grupo, y nueva
inspiración llegaba
a todos los cerebros,
con el idilio roto
que venía en alas
del recuerdo.

Olvidaba decir que
aquella noche,
aquel grupo bohemio
celebraba entre
risas, libaciones,
chascarrillos y versos,
la agonía de un año
que amarguras dejo
en todos los pechos,
y la llegada,
consecuencia lógica
del «feliz año nuevo».

Una voz varonil
dijo de pronto:
Las doce, compañeros
digamos el requiescat
por el año que ha
pasado a formar
entre los muertos.

¡Brindemos por el año
que comienza!
Porque nos traiga
ensueños, porque no
sea su equipaje
un cúmulo de amargos
desconsuelos.

Brindo, dijo otra voz,
por la esperanza
que a la vida nos lanza,
de vencer los rigores
del destino.

Por la esperanza,
nuestra dulce amiga,
que las penas mitiga
y convierte en vergel
nuestro camino.

Brindo porque ya
hubiese a mi existencia
puesto fin con violencia
esgrimiendo en mi
frente mi venganza.

Si en mi cielo de
tul limpio y divino
no alumbraba mí sino
una estrella brillante
mi esperanza.

¡Bravo! Dijeron todos
inspirado esta noche
has estado y hablaste
bueno, breve
y sustancioso.


El turno es de Raúl
alce su copa y
brinde por Europa,
ya que su extranjerismo
es delicioso.

Bebo y brindo.
Clamó el interpelado,
brindo por mi pasado,
que fue de luz, de
amor y alegría,
y en el que hubo
mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron en
la frente mía.

Brindo por el ayer
que en la amargura
que hoy cubre de negrura
mi corazón, esparce
sus consuelos
trayendo hasta mi
mente las dulzuras
de goces, de ternuras,
de dichas, de deliquios,
de desvelos.

Yo brindo- dijo Juan-
porque en mi mente
brote un torrente
de inspiración divina
y seductora.

Porque vibre en las
cuerdas de mi lira
el verso que suspira,
que sonríe, que canta
y que enamora.

Brindo porque mis
versos cual saetas
lleguen hasta las grietas
formadas de metal
y de granito, del
corazón de la mujer
ingrata que a desdenes
me mata pero que
tiene un cuerpo
muy bonito...

Porque a si corazón
llegue mi canto,
porque enjuguen mi llanto
sus manos que me
causan embelesos.

Porque con creces
mi pasión me pague.
¡Vamos! Porque
me embriague con el
divino néctar
de sus besos.

Siguió la tempestad
de frases vanas,
de aquellas tan humanas
que hallan en todas
partes acomodo,
y en cada frase de
entusiasmo ardiente,
hubo ovación creciente,
y libaciones y
reír y todo.

Se brindó por la patria,
por las flores,
por los castos amores
que hacen un valladar
de una ventana.

Y por esas pasiones
voluptuosas que el
fango de placer llena
de rosas y que
hacen de la mujer
la cortesana.

Solo faltaba un brindis,
el de Arturo
el del bohemio puro,
de noble corazón
y gran cabeza.

Aquel que sin
ambages declaraba
que solo ambicionaba
robarle inspiración
a la tristeza.

Por todos estrechado,
alzo la copa frente
a la alegre tropa
desbordante de risas
y de contento.

Los inundo en la luz
de una mirada,
sacudió su melena
alborotada y dijo así,
con inspirado acento.


Brindo por la mujer,
más no por esa
en la que hallais
consuelo en la tristeza,
rescoldo del placer
desventurados.

No por esa que os
brinda sus hechizos
cuando besais sus rizos
artificiosamente perfumados.

Yo no brindo por
ella, compañeros,
siento por esta vez
no complaceros.

Brindo por la mujer,
pero por una,
por la que me brindó
sus embelesos y me
envolvió en sus besos
por la mujer que me
arrullo en la cuna.

Por la mujer que me
enseño de niño
lo que vale el cariño
exquisito, profundo
y verdadero
por la mujer que me
arrullo en sus brazos
y que me dio a pedazos,
uno por uno, el
corazón entero.

¡Por mi Madre! Bohemios,
por la anciana que
piensa en la mañana
como en algo muy dulce
y muy deseado,
porque sueña tal vez,
que mi destino
me señala el camino
por el que volveré
pronto a su lado.

Por la anciana
adorada y bendecida,
por la que con su
sangre me dio vida,
y ternura y cariño.

Por la que fue la luz
del alma mía,
y lloró de alegría,
sintiendo mi cabeza
en su corpiño.

Por esa brindo yo,
dejad que llore
que en lágrimas desflore
esta pena letal que
me asesina.

Dejad que brinde por
mi madre ausente,
por la que llora y
siente que mi ausencia
es un fuego
que calcina.

Por la anciana infeliz
que sufre y llora
y que del cielo implora
que vuelva yo muy pronto
a estar con ella.

Por mi Madre, bohemios,
que es dulzura
vertida en mi amargura
y en esta noche de
mi vida, estrella.

El bohemio callo
ningún acento
profanó el sentimiento
nacido del dolor
y la ternura.

Y pareció que sobre
aquel ambiente,
flotaba inmensamente
un poema de amor
y de amargura.


Martín Aguirre y Fierro, San Luis Potosí, México. (1887 - 1949).


___________________________
MAYOR INFORMACIÓN:


Encantos de Ananea

Posted: lunes, mayo 06, 2013 by Walter L. Bedregal Paz in
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Encantos de Ananea
Esteban Pedro Zúñiga Condori
Género: Investigación y poesía
Serie: Lápices de viento 
Nº de la Serie: 01
Año de edición:
2012
Edición:
1ra. Edición
Fecha de publicación
Julio, 2012
Dimensiones:
15.5 X 21.5
Nº de páginas:
154
Hecho el Depósito Legal 
en la Biblioteca Nacional del Perú
Nº 2012 - 08624




El presente es un resumen de temas que he juzgado interesantes en mi investigación en el afán de conocer a mi  distrito, hacerlo conocido y a la vez expresar el amor que ciento por la tierra de mis ancestros y posiblemente de mis descendientes.
          Reunir en una misma entrega el trabajo que llevé a cabo en una ciudad casi alejada del mundo, en la sierra sur-peruana, de la Provincia de San Antonio de Putina. No ha representado solo un gran desafío, sino también un extraordinario placer, más por encontrarme durante casi todo un año, una vez por semana, es decir, los viernes  escogidos con distintos temas, distintos libros, historia, geografía, fauna, etc., etc., y la poesía infaltable en mis lecturas, anécdotas de poetas, que sirvieron como motivación para la escritura.
          Es también un tributo a hombres y mujeres que llevan dentro ese amor por la tierra  que se manifiesta de diferentes formas. 
          En la primera parte se ha hecho una reseña de  ubicación geográfica, recursos, historia y la reseña de la Festividad patronal de Santiago Apóstol.
       La segunda parte y no la menos importante; la declaración de un sentimiento y entrega del alma, corazón y vida, al ser amado con un amor puro. 

Esteban Pedro Zúñiga Condori





El paisaje salía de tu voz
y las nubes dormían en la yema de tus dedos

Carlos Oquendo de Amat




El hijo de la nieve


El itinerario poético vital de Esteban Pedro Zúñiga, se traza sobrio y verazmente, con esquemas tradicionales, su verso alejado de la prosa tradicional, de las figuras poéticas; arrumba para con su esquema provisional, será quién deba escribir sus vivencias ya sea en hechos felices que recordará o en padeceres que no puede superar. Sabe que su primera fuente será su musa, su “amor” que en esta entrega ha accedido primeramente a confiarme verbalmente, luego su propio testimonio de recuerdos y experiencias en aquella parte de su vida, donde sus pasos se confundieron con su “amor”, de aquella suerte no pudo evitar el recuerdo, ese recuerdo que lo hace preso de su destino, tal vez por esa aura mítica que como poeta espera urdir y desdoblar al preguntarse la primera vez ¿amor? que luego supo interpretar y así adquirir de aquel nombre una traducción demasiado literal.
      Por el momento hay puntos capitales que rectificar y puntualizar –empezando por mostrar, leer, y entender nuestra poesía post dos mil del altiplano nuestro–, en los esquemas editoriales que en conjunto se publican en series de poesía puneña, como: Pájaros de cuero gris, Jaula de Papel, Demonios interiores, Abismos silenciosos, etc. Y que como Director y coordinador asumo, con responsabilidad.
Entonces, Boris Espezúa, al respecto de nuestra poesía decía: ser poeta es una posición visceral hacia el trabajo, y a ser inmune contra toda incomprensión e indiferencia del mundo. Una persona que no está preparada para ello no puede garantizar la permanencia en la poesía, ni tampoco un verdadero trabajo sostenido en el tiempo. 
      El estado de ánimo es el que impera en este poemario, un estado de nostalgia por lo vivido, por lo compartido con el ser amado. Al escuchar las voces mayores de nuestra poesía, parece que aciertan con las preguntas que un día pude leer ¿Asistimos al declive de la tradición poética puneña? Tal vez sea apresurado y probablemente no me corresponde decirlo, pero el corpus de lo escrito y publicado hasta el momento, así lo evidencia. Pacho L. (Diario Los Andes, 04 de nov. 2007).
      Entonces Pacho dejo entrever una pregunta que preocupa hasta hoy y que sigue escuchándose en ecos repetitivos ¿qué hay después de los ´90 o no hay un después?
      Sin embargo en la poesía de Zuñiga, seguramente no encontraremos ese elam o ese summun poético en este conjunto de poemas que exige la poesía puneña y en buena parte la crítica de poesía, hay sin duda un inicio, un comenzar a hurgar en los recuerdos idos y a los momentos vividos que poco a poco han ido descubriéndose detrás de los calendarios, detrás de cada imagen – o fotografías – que guarda el autor como recuerdo vivo luego de haberlos visto hecho cenizas.
      Este inicio en el trabajo versal, de alguna manera llenará el estado de soledad con su laconismo literario, con sus imágenes que pueblan cada palabra o simplemente con el nombre que debería abrir y de seguro le daría vida propia al libro: “Amor”; un mundo por conocer, a pesar que con esta entrega no sé si pudiéramos dialogar con su alter ego del poeta, por algunos versos escritos; pero creo que sería necesario un llamado de atención a su generación, para que no la recuerden como del olvido, como señalaba Darwin Bedoya: Es momento de empezar el diálogo, el lado serio del negociado para quienes todavía siguen con la locura, aquellos que tal vez nunca vuelvan a sus cabales/ exageraciones y dramatismos aparte, la poesía puneña de los jóvenes de 20 o más, en cualquier caso, es fiel reflejo de la incapacidad y la nula sapiencia del rastro de las estrellas y de toda iniciativa en este campo.

Walter L. Bedregal Paz






En esta historia solo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero
porque te quiero, amor, a sangre y fuego

Pablo Neruda



Imagínate el inicio
un camino ignorado
a un orgasmo
en sábanas blancas a -20°C.

Ahogas esa sonrisa y alegría
que en tu alma se dibuja cuando vuelves a verme.

Vengo presuroso con un poema
en la comisura de mis labios,
pero todo se evapora y se torna gris.

Lo nuestro es... no lo sé, ni tú
      quizá ni Dios lo sabe.

Quiero decirte que me gustas, también sé
qué quieres decirme algo;
pero una fuerza extraña nos calla
y no nos da oportunidad ni para hablar con las miradas.

Así indiferentes, con las venas agitadas,
nerviosos herimos el corazón
que inocente solo sabe amar y cuya agonía
pobre y mortal lo convertimos en odio.

¿No quieres oírme?... Me iré lejos
en las montañas pensando en ti escribiré
aunque la tristeza, la soledad
y las sombras de muerte ronden
y de mis versos se adueñen.

Volveré y otra vez no hablaremos
no nos miraremos y no habrá
ni amor ni odio.
Reinará la indiferencia y del corazón
haremos más grande su herida
no sé hasta cuando
      quizá
ni Dios lo sabe.

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Esteban Pedro Zúñiga Condori

Es el 3° hijo de la pareja formada por Don Juan de Cruz Zúñiga Flores  y  de doña Maximiana Condori Canaza, y nieto de Don Ceferino Zúñiga Sánchez. Con estudios primarios en la Escuela N° 72 132 de Ananea, Secundarios, hasta 3° grado en el Colegio Técnico Industrial Ananea 4° y 5° en la Gran Unidad Escolar Las Mercedes de Juliaca.
      Con estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez de Juliaca. Es miembro del colegio de ingenieros. Entre las segundas especialidades: Desarrollo Económico Territorial” en la Facultad de Ingeniería Económica,  UNA Puno en 2011. Estudia Maestría en Ingeniería Industrial en la UAP. Ocupa el cargo de Gobernador distrital de Ananea desde enero de 2012. Participa activamente en la vida política del distrito y de la región, promotor de actividades culturales en la juventud y niñez. Investigador  y apasionado de las tradiciones  y cultura andina.


             Esteban Pedro Zúñiga Condori





Laberinto

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Laberinto
Javier Núñez
Género: Novela
Serie de novela Resplandores del fuego 
Nº de la Colección: 01
Año de edición:
2012
Edición:
1ra. Edición
Fecha de publicación
Diciembre, 2012
Dimensiones:
22.5 X 15.5
Nº de páginas:
120
ISBN: 978-612-4177-00-2




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Javier Núñez
Aunque había descubierto su vocación literaria antes de los diez años y escrito sus primeros relatos, desde el 2004 se dedicó a la literatura con bastante pasión y disciplina. Fue director y editor de los boletines literarios: Letrajoven (2004 - 2005) y Gatos y garabatos (2006 - 2007). Publicó Espejos de bronce(Letrajoven Ediciones, 2005), Salomé y otros cuentos (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia, 2009), Asesinas (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia, 2010) yVírgenes y herejes (Bisagra Editores, 2011). En el 2008 fue Primera Mención Honrosa con el cuento Clara Luz en el V Premio Regional de Cultura, auspiciado por el I.N.C. de Cusco. En el 2009 fue Segunda Mención Honrosa con el cuento El profesor Arias en el Premio Nacional “Víctor Humareda Gallegos”. En el 2011 obtuvo el I Premio Nacional de Novela “Ciudad Incontrastable”, con Vírgenes y herejes. Actualmente es director de la revista de literatura Debonsái.
          Estudio Lengua y Literatura (UNA-Puno), maestría en Lingüística Aplicada (UNSA-Arequipa), y cursa estudios en Ciencias Contables (UNA-Puno). Sus líneas de investigación son: Análisis del Discurso, Pragmática y Teoría literaria.


Javier Núñez

Sombras del silencio

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Sombras del silencio
Saúl Castellanos
Género: Poesía
Colección de poesía Abismos silenciosos
Nº de la Colección: 02
Año de edición:
2012
Edición:
1ra. Edición
Fecha de publicación
Diciembre, 2012
Dimensiones:
13.5 X 21.5
Nº de páginas:
72
ISBN: 978-612-46080-7-0


Las aguas primordiales de estos textos provienen de las vanguardias. Castellanos se vale de aquella estancia poética para reescribir su espacio lírico poniéndole especial tensión al interior del lenguaje en relación con el mundo exterior. El poeta eleva su lenguaje desde una comunión de nostalgia y lo instala en una ilusión vital. Quizá por ello el acercamiento a la palabra alcance la complacencia de la intensidad y la supervivencia. 
Entonces no debe extrañar que la llama lírica de este libro sea el cordón umbilical desde la primera hasta la última página. Es decir, el alma del sujeto poemático rezuma reminiscencia, desasosiego y, además, un andamiaje de ilusiones postreras y espectrales, pero también un poder ficticio de salvación al cual el poeta se aferra como a una trágica esperanza.
  Sombras del silencio nos remite, finalmente, a la función de la escritura que en estas páginas se detiene a construir espacios y esperanzas, moradas silentes frente al ánimo de la poesía que aquí se muestra con una dignidad envidiable.


Darwin Bedoya

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Saúl Castellanos
(*) Seudónimo de Saúl Huamán Huamán. Estudió Lengua y Literatura en la UNA – Puno. Textos suyos han sido publicados en diversos boletines como Gatos y garabatos, Debonsái y en diarios como Los Andes de la ciudad de Puno y El Búho de la ciudad de Arequipa. Además, su poesía fue antologada en Beso de lluvia (Literatura puneña) selección, notas y estudio crítico de José Luis Velásquez Garambel. En el año 2007 publicó Poesía, nostalgia de azul y en el 2006 Nocturnal de soledades.
         Cuenta con estudios de Maestría en Lingüística Aplicada (UNSA – Arequipa), Lingüística Andina (UNA – Puno) y estudios en Administración y Gerencia Educativa (UANCV – Puno).

                Saúl Castellanos



Diez cuentos de un verano inolvidable

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Diez cuentos de un verano inolvidable
Feliciano Padilla
Género: Cuento
Serie: Narrativa breve Presagio
Nº de la Serie: 10
Año de edición:
2013
Edición:
1ra. Edición
Fecha de publicación
Enero, 2013
Dimensiones:
13.5 X 21.5
Nº de páginas:
78
ISBN: 978-612-4177-02-6



Perpetuidad: una resplandeciente residencia en la palabra


En una suerte de poética el español Vila-Matas señala que para  escribir hay que dejar de ser escritor, porque una cosa es querer ser escritor o pensar que se es escritor, y otra muy distinta es escribir. Bajo este discernimiento, los textos que componen el más reciente libro de Feliciano Padilla, Diez cuentos de un verano inolvidable, vienen a reafirmar el razonamiento de Vila-Matas, no solo por la concreción de los cuentos, sino también por las circunstancias en las que fueron concebidos. Estos son relatos todos en los que se pone de manifiesto la sutileza y el dominio del lenguaje  alcanzado  por  este  ya consagrado narrador puneño-abanquino. Estamos hablando de un escritor concienzudo, minucioso incluso, a quien le gusta escoger con detenimiento cada adjetivo, cada giro expresivo, y que como la mayoría de personajes de sus cuentos —el escritor que se esmera en dar forma a un texto y que, claro alter ego del propio autor, aparece en los relatos  que  dan  título al  libro— se descubre como un narrador altamente exigente y riguroso consigo mismo, al mismo tiempo que como un seducido de la palabra.

  Darwin Bedoya



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Feliciano Padilla
Narrador puneño-abanquino (1944). Actualmente es docente de la Universidad Nacional del Altiplano  en las materias de su competencia. 
Sus cuentos pueden leerse en importantes selecciones o antologías de literatura peruana, tales como: María Nieves y los cuentos ganadores del Premio Copé 1992, Ediciones Copé, Departamento de RR.PP de PETROPERÚ S.A., Lima 1994; Narradores peruanos de los sesentas, antología preparada por el Dr. José Antonio Bravo, Editorial MÁSIDEAS, Lima 1994; Fuego y los cuentos ganadores del Premio Copé 1996, Ediciones Copé, Departamento de RR.PP de PETROPERÚ S.A., Lima 1997; Relatos de la literatura oral y escrita del altiplano puneño, antología presentada por Edwin Tito, Editorial Impresiones Gráficas Repsa, Puno 1997;El cuento peruano en los años de violencia, antología preparada por el Dr. Mark R. Cox, profesor de literatura hispanoamericana de Presbyterian University, Editorial San Marcos, Lima 2000; El cuento peruano: 1990-2000, selección, prólogo y notas del Dr. Ricardo González Vigil, Ediciones Copé, Lima, 2001; Cincuenta años de narrativa andina, antología preparada por el Dr. Mark R. Cox, Editorial San Marcos, Lima 2004; Beso de Lluvia, (literatura puneña, Tomo I), Selección, notas y estudio crítico de José Luis Velásquez Garambel, CARE- Perú, Puno 2008; PERÚ: Mural de Palabras, Narraciones Peruanas, Fondo Editorial EDUCAP y Escuela Pedagógica Latinoamericana, Lima 2008.

                        Feliciano Padilla