"Asesinas" de Javier Núñez

Posted: jueves, diciembre 02, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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Asesinas
Javier Núñez
Narrativa Breve "Presagio" Nº 06
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
64 pp. Diciembre 2010
Juliaca Perú



A partir del 10 de diciembre (2010), "Asesinas" (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia), el último libro de Javier Núñez, estará a la venta...

¿Ha pensado algunas vez ver muerto al hombre de su vida que dejarlo marchar con otra? ¿Qué fuerzas demoníacas mueven los crímenes pasionales? ¿Qué fantasmas pueblan la mente de los suicidas? ¿Cuál es el sentido del amor y el sexo en tiempos actuales?

En este libro se exploran las partes más oscuras del ser humano. El amor, los celos, el crimen, el sexo son los tópicos más recurrentes, que son asumidos por personajes con tendencias a cometer asesinatos, con problemas psicóticos, enamorados obsesivamente, “liberales” sin límites…

La narrativa breve de Javier Núñez

Posted: miércoles, diciembre 01, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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Por Bladimiro Centeno Herrera


El arte de la narrativa breve es un ejercicio bastante difícil. En la ciudad de Puno, muy pocos escritores convirtieron los hechos anecdóticos en perfectos artefactos verbales, que configuren mundos ficticios, autónomos y con dimensiones metafóricas.


La lectura temática que predomina en las diversas instituciones educativas, el bajo hábito de lectura analítica, limitado ejercicio de la escritura en los alumnos y docentes de primaria, secundaria y superior, ha impedido el desarrollo de un criterio textual en las manifestaciones verbales de los habitantes de la región de Puno. Es más, una rápida mirada de los diferentes discursos periodísticos, académicos y literarios de la región demuestra que nuestra competencia textual es sumamente precaria y muchas veces cantinflesca.


En estas condiciones, la escritura del cuento requiere de un largo aprendizaje y un dominio progresivo de las propiedades y categorías textuales sin los cuales ninguna expresión verbal constituye un texto con efectividad comunicativa. Este aprendizaje de la escritura con criterios textuales ha asumido efectivamente Javier Núñez en todas sus etapas.


La primera vez que presenté una publicación literaria de Javier Núñez fue en el año 2005. El libro que comentábamos en esa oportunidad titulaba “Espejos de bronce” en coautoría con Franklin Ramos. Las primeras impresiones que tuve de ese libro las expresé inmediatamente, sin mediar sutilizas que suelen caracterizarme cuando comento un libro de un escritor ya mayor.


Habían ciertos motivos que en esa oportunidad me obligaron a expresar mis apreciaciones en forma drástica: estaba frente a un escritor muy joven, poseía una gran pasión por la literatura y mostraba un dominio sintáctico de la escritura. Pero carecía del dominio de otros componentes cognitivos para consolidar su escritura literaria: criterio textual, proporcionalidad en la distribución de los datos y dominio de las técnicas literarias para procesar mejor los elementos narrativos. Fui drástico en mis comentarios, pero esa realidad ha variado significativamente en la actualidad con Javier Núñez.


Ahora nos presenta el libro de cuentos “Salomé y otros cuentos” (Puno, 2009) constituido por ocho títulos que ya no requiere de otras observaciones drásticas como en la presentación anterior. Pues el autor ha progresado muchísimo en su escritura literaria y ha sometido sus textos narrativos a una reescritura constante.


Javier Núñez posee madera de escritor. Ha consolidado su capacidad narrativa, ha profundizado su dominio sintáctico, sus textos ya no exhiben desproporciones secuenciales como en sus textos iniciáticos, el dominio de las estrategias textuales es evidente y maneja ampliamente las técnicas narrativas. En consecuencia, los cuentos que componen el libro “Salomé y otros cuentos” constituyen ya un aporte a la narrativa breve puneña.


Se advierten varios componentes que singularizan el libro en el contexto de la literatura puneña. Una primera constatación nos conduce a señalar que Núñez pretende poner de manifiesto cierta herejía con la literatura puneña que se caracteriza por su solemnidad y culturalismo. Introduce la ironía como una estrategia de indagación de la desintegración de los valores andinos manifiesto en discordancia con las prácticas concretas.


Núñez nos ofrece un conjunto de historias en las cuales los personajes exploran la vida sin determinar claramente las fronteras entre la realidad y fantasía. Es decir, los sujetos narrativos emprenden acciones humanas con un criterio que termina estallando frente a las comprobaciones paradójicas de la vida real. Esta peculiaridad solo es posible en la medida en que los personajes que predominan en los cuentos de Javier son jóvenes que acaban de superar la adolescencia y se disponen a descubrir la vida.


Los primeros cuentos confrontan la fantasía con la realidad. En “Clara Luz”, Luis Gerardo que acude a una cita con expectativas sexuales termina recibiendo un encargo para realizar una actividad mercantil. En “El Retorno de Zoraida” el alma en pena de una mujer abusada vuelve a ajustar cuentas con Ludovico Altamirano. En “Débora Rojas”, un secuestro a una fémina termina produciendo un encuentro inesperado.


El mundo de la promiscuidad se precisa mejor en los siguientes cuentos. En “Una intimidad con Sherly”, descubre la doble vida de la hija del doctor que trata a Pelayo, cómplice de la otra vida de la hija. En “Fotografía”, la foto de una mujer adquiere la forma humana para llevarse al personaje a otro mundo por una deuda afectiva. En “Una noche inolvidable”, un cura consuma el amor de la novia en su noche de matrimonio. En “Salomé”, un cazador sexual de mujeres embriagadas en las noches de la Fiesta de Candelaria termina confundiendo la identidad de sus víctimas complacientes. Y, finalmente, en “Una noche con Pamela”, las perspectivas sexuales de un adolescente terminan en estado de ebriedad que frustra sus pretensiones.


En este universo, la vida se caracteriza por convertir el amor y el sexo en componentes lúdicos de una realidad donde los valores y normas institucionales han perdido la función ordenadora. Entre los personajes, abundan los aprendices de donjuán envueltos en experiencias que ridiculizan sus propias expectativas.


En síntesis, el escritor nos presenta un mundo en el cual los sujetos humanos, a pesar de ciertas expectativas normativas, experimentan una pérdida de valores. En sus experiencias concretas de la vida, no logran componer su propia identidad, carecen de un propósito vital, no poseen ningún compromiso con la realidad circundante.


En consecuencia, el sexo es la llave perfecta para perderse en el laberinto de la vida. Esto se produce porque el mundo que nos presenta el escritor se caracteriza por su caos, cinismo y desintegración que afianza la incredulidad de los personajes y pérdida del sentido de la vida. En este mundo, la experiencia carnal constituye una tabla de salvación para seguir buscando el horizonte de la vida.


En consecuencia, Javier Núñez posee el espíritu adecuado para traducir la condición humana del hombre contemporáneo en el altiplano puneño. Falta profundizar la temática, los personajes son relativamente planos, las historias no trascienden con efectividad las anécdotas; pero introduce a la literatura puneña nuevos elementos simbólicos, nos ofrece una nueva óptica de la vida y celebra el placer de la vida como un mecanismo para afrontar el deterioro de las circunstancias socioculturales del altiplano puneño.

Próximo lanzamiento del Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"

Posted: viernes, noviembre 12, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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Hijos de puta
13 poetas latinoamericanos
Darwin Bedoya
Prólogo de Walter L. Bedregal Paz
Colección: Letras de la poesía latinoamericana Nº05
180 pp. Noviembre 2010
Juliaca - Perú

Hijos de puta: 13 poetas latinoamericanos
(Fragmentos del prólogo)


Endiosada y endemoniada, traslúcida y sombría, la poesía ha existido desde siempre como una luz indefinida. Bendita y diabólica, la poesía se ha esparcido por el mundo a través de todas las sensibilidades, casi como un mal necesario y único. Luego de sus hitos que la han hecho importante e imperecedera, la poesía no sabe de ocasos, sobre todo desde las vanguardias, pasando por la reciprocidad de la poesía del compromiso, atravesando por los ritmos de la poesía del cántico y del diálogo. Pasando por la propuesta de la antipoesía, regodeándose con la poesía comunicante y la coloquial, luego embanderándose con la poesía de la revolución, aferrándose a la poesía del testimonio y la trascendencia. Siguiendo con el irrealismo poético, rebobinando con la neovanguardia, entreverándose con los regodeos de la poesía barroca, la neobarroca y la neobarrosa; en realidad mucha poesía ardiendo en los candiles del mundo y sobre los cráneos de la noche.

La poesía latinoamericana de hoy, variando un tanto, no sólo sus atavíos, sino también sus ardores y fulgores, atraviesa un pasillo escritural no muy estrecho que digamos y su esplendor delata la concreción de un nuevo cosmos. Hoy, como sabemos, es posible, percibir una serie de tendencias que empiezan a agitarse desde distintos puntos del mundo latinoamericano en complicidad con la tecnología y la globalización, que lejos de ser un inconveniente o un distractor para la obra poética, han pasado a ser el complemento necesario que permite unir distintas sensibilidades a través, no únicamente de toda Latinoamérica, sino también del planeta.

A pocas horas de la consumación de la primera década del siglo XXI, la poética latinoamericana no se regodea en la incertidumbre. Por el contrario, en consonancia con las turbulencias de este siglo que nos muestra la fragilidad de los distintos sistemas, la poesía sigue siendo instaurada entre las cúspides de la concreción y los abismos de la eternidad; pero también sobre el firmamento de nuevos postulados. Porque somos sabedores de que la poesía es la otra voz: antigua y actual, sagrada y maldita. Virgen y puta a la vez. Y es que como dijo alguien por ahí, toda buena poesía es maldita, no tanto porque se le maldiga, cosa que no deja de suceder, sino que se la maldice debido a que es una terrible decidora, saboteadora de los modos estructurados del decir, evocadora de un goce maldecido.

He aquí el puterío más exigente y completo de la última poesía latinoamericana. Esta muestra poética es la señal definitiva de que existe, en esta región del mundo, una nueva poesía y desde hace rato. Voces que ya ocupan un nuevo orden de estéticas y propuestas. Porque toda poesía sólo puede venir de otra poesía, se podría decir que en estas voces se hallan las huellas del sentir poético de Rimbaud, el anuncio adánico de Blake, lo onírico de Kafka y Proust, las locuras de Lautrèamont, Novalis y Hölderlin, la infancia y la memoria de Wordsworth, la imaginación de Coleridge, la intuición y los sueños de Nerval, el terrible espíritu de Rilke, las invenciones de Pound, todas las ambiciones de Eliot, la vida de las sensaciones de Keats, las pretensiones de Baudelaire y la búsqueda de Artaud, la terredad y los metafísicos cantares de Jabès, todo como un solo himno hecho poesía, poesía, poesía...


Walter L. Bedregal Paz

Pronto, "Asesinas", de Javier Núñez

Posted: jueves, noviembre 11, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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Asesinas
Javier Núñez
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Serie: Narrativa Breve "Presagio" Nº 06
64 pp. Noviembre 2010
Juliaca - Perú



J. Núñez antes de entrevistarse con una de las asesinas


“Asesinas”, es el reciente libro de Javier Núñez.
Se lanzará oficialmente a fines de noviembre (2010),
bajo nuestro sello “Grupo Editorial Hijos de la Lluvia”.


¿Ha pensado alguna vez ver muerto al hombre de su vida que dejarlo marchar con otra? ¿Qué hay detrás de los crímenes pasionales? El amor, el deseo, la venganza, el crimen, el sexo, el trago intercalan las páginas de este libro.

En calidad de primicia, presentamos un fragmento de uno de los cuentos:


Dalila asesina

Empecé con mi oficio de asesina a los 18 años, cuando Fernando Bueno me sacó la vuelta. Aún no olvido aquella noche del crimen, aunque ya pasaron cuatro años. Lo amaba con pasión desenfrenada; fue el amor de mi vida. Pero este maldito me falló, me pagó mal… Tuve que matarlo, no me quedaba otra opción… La noche que debuté de asesina, naturalmente, era novata en estas cuestiones… Por poco se me fue de las manos; a duras penas logré acabar con él.

Cuando regresaba del baño alguien me rozó con el codo. Volví la cabeza para saber quién era. Era un joven más o menos apuesto. Llevaba en la mano una jarra de licor preparado. Hola querido, le dije. Hola, me contestó, soy Johann. Yo soy Dalila, me presenté. Mis amigos me abandonaron, dijo, me quedé solo. Yo también estoy sola, le contesté. Entonces ¿podemos terminar esta jarra?, preguntó. Sí, le dije, y luego ya vemos qué hacemos. Empezamos a beber y bailar junto a otras parejas. Intuí que era uno de esos chicos que frecuentan a las discotecas en busca de chicas mareadas, para llevárselas al hotel. Los conozco bien… En mi caso ocurre todo lo contrario. Yo soy quien se los lleva al hotel…

Pronto "Electra machina" de Darwin Bedoya

Posted: by Walter L. Bedregal Paz in
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Electra machina
Darwin Bedoya
Narrativa Breve "Presagio" Nº 05
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
64 pp. Noviembre 2010
Juliaca Perú




Darwin Bedoya

Pronto "Miss Lake" de Walter L. Bedregal Paz

Posted: by Walter L. Bedregal Paz in
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Miss Lake
Walter L. Bedregal Paz
Narrativa Breve "Presagio" Nº 04
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
60 pp. Noviembre 2010
Juliaca Perú




Walter L. Bedregal Paz

Continuan las publicaciones en la Serie narrativa Breve" Presagio"

Posted: miércoles, noviembre 10, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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Luego del éxito de los tres primeros libros que el Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" nos presentara en la Serie de narrativa breve Presagio



“Pamoslake”, de Walter L. Bedregal Paz, que con esta singular historia nos lleva a un mundo donde pareciese que existen personajes escapados de los más extraños sueños que bordean la locura, al tiempo que transgreden cualquier tipo de convenciones sociales o amorosas, en un espacio geográfico tan común, donde todo está ordenado y prefijado.















“Es que hacías tanta falta”, de darwin bedoya, texto que persiste en la búsqueda casi alcanzada de la significación estética, estructural y poética parece haber confluido en esta historia llena de magia y vigor imaginativo, a través de los cuales se podrá notar una voluntad enorme de la organicidad del discurso y la postulación a la imaginería inteligible de sucesos sin fisuras, como un primer rasgo que se puede embanderar el autor.














“Salomé y otros cuentos”, de Javier Núñez, el erotismo no imita la sexualidad, «es su metáfora.» El texto erótico es la representación textual de esta metáfora. Con esta posición opuesta de formas de amor es que Javier Núñez nos narra historias perfumadas con un tono sicalíptico, casi como una estela que alumbra ésta su ópera prima. En estas páginas el erotismo toma en cuenta hechos de orden subjetivo, de placer, de apetito o de necesidad claramente sexual, pero también ligados al ejercicio de funciones comúnmente consideradas como no sexuales.










MUY PRONTO...




Miss Lake
Walter L. Bedregal Paz
Narrativa Breve "Presagio" Nº 04
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
60 pp. Noviembre 2010
Juliaca Perú




Electra machina
Darwin Bedoya
Narrativa Breve "Presagio" Nº 05
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
64 pp. Noviembre 2010
Juliaca Perú



Asesinas
Javier Núñez
Narrativa Breve "Presagio" Nº 06
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
64 pp. Noviembre 2010
Juliaca Perú

En la presentación de "Salomé y otros cuentos"

Posted: martes, noviembre 09, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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El narrador Javier Núñez el pasado 4 de noviembre presentó el libro que integra la Serie. narrativa breve "presagio"Salomé y otros cuentos, en la casa de la Cultura, Jr. Lima Nº 550 - Municipalidad de Puno; con los comentarios del escritor Feliciano Padilla, crítico y escritor Bladimiro Centeno, y escritor y editor Walter Bedregal. A todos ellos el autor queda eternamente agradecido. "Feliciano Padillalla y Bladimiro Centeno fueron quienes me ayudaron a dar los primeros pasos en mi oficio de escritor, con sus sabios conocimientos... Bedregal me extendió la mano en la edición y difusión de mi libro... Estoy infinitamente agradecido a cada uno de ellos". Expreso Núñez.





Walter Bedregal (representante del Grupo Editorial Hijos de la Lluvia) en las palabras de presentación


Javier Núñez hablando sobre Salomé y otros cuentos

firmando autógrafos

Sobre la colección: "Letras de la poesía latinoamericana"...

Posted: sábado, noviembre 06, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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Leve ceniza
Darwin Bedoya
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Colección de poesía:
Letras de la poesía latinoamericana Nº 01
72 pp.
Formato 17 x 24 cm
Juliaca - 2010.


Horas de sirena
Luis Pacho
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Colección de poesía:
Letras de la poesía latinoamericana Nº 02
60 pp.
Formato 17 x 24 cm
Juliaca - 2010



En un esfuerzo descomunal, el Grupo Editorial «Hijos de la lluvia» comienza con su proyecto magno de publicar toda una nueva cartografía con 24 libros de la nueva poesía latinoamericana. La presente apuesta: Letras de la poesía latinoamericana, comprenderá autores de todo el espectro latinoamericano, empezando por nuestro propio espacio, para luego seguir con toda una selección de textos que marcarán un hito en la poesía en lengua castellana.

Los libros de apertura que el Grupo presenta esta vez son, qué duda cabe, la continuidad de una tradición que en Puno, como sabemos, tiene una larga data que muestra el rigor con que la poesía puneña tiene su representatividad en la literatura peruana y latinoamericana.

El objetivo de estas publicaciones, como en muchos otros casos literarios, es mostrar voces nuevas y otras ya consolidadas para perpetuar la voz poética que de pronto en Latinoamérica está cobrando ribetes mayores; hay estruendos, voces demoledoras, voces auténticas, poderosas,
voces innovadoras que se instauran en nuestras sensibilidades de una manera contundente.

Este será el aporte del Grupo no sólo a las letras o a la cultura, sino a la humanidad entera, en vínculo estrecho con sus sensibilidades y su rol dentro de la sociedad, si es que la poesía
puede intentar servir para algo.

Walter L. Bedregal Paz
Juliaca, noviembre de 2010


P R O G R A M A

1.- Palabras de presentación a cargo de un integrante del Grupo
Literario “Alberto Mostajo”.
2.- Presentación de la serie Letras de la poesía Latinoamericana.
Coordinada y dirigida por el escritor: Walter L. Bedregal Paz.
3.- Comentario del libro Leve Ceniza:
Poeta Percy Zaga Bustinza.
4.- Comentario del libro Horas de Sirena:
Escritor, Crítico literario y Dr. en Historia José Luis Velásquez Garambel.
5.- Palabras y lectura del autor del libro Leve Ceniza, Darwin Bedoya.
6.- Palabras y lectura del autor del libro Horas de Sirena, Luis Pacho.
7.- Palabras finales a cargo de un representante de la Municipalidad
Provincial de Puno.


Textos de «Leve ceniza» / darwin bedoya

[XXXIV]
Tú sabes que la poesía no le interesa a nadie. Pero aquí se
alimenta mi cuerpo. Aquí poesía, recogimiento que mora en mi
alma, silencio que alumbra mis ojos, ya para siempre, como el
cielo. Poesía, leve ceniza.


[LXII]
Cubro con mis cabellos esta locura construida con crepúsculos.
Sólo así dejo de ver las cosas tristes de este mundo, y guardo mi
esqueleto (limpio de carne y sangre), en silencio, en esta antigua
soledad, donde otros, seguramente hablarán del amor.


[IC]
Las cosas que escribo son la contemplación de la distancia.
Cada palabra pronunciada me dice que crío en mi casa un vacío
más grande que el mismísimo cielo. Escribo de rodillas, y todos
los venenos y palabras dejan de pesar en mis manos. Osario de
vocablos, hueso informe de la nada. En la lejanía puedo ver una
candela. Escribir es caminar en la media noche, sin ninguna
lámpara que te alumbre.


Textos de «Horas de sirena» / luis pacho

1.
Cuando descubras el olvido, posiblemente crecerán espinas en tu cuarto, y una
luna llena como tu corazón, esparcirá su silencio. Serás aquella desconocida que
arrulló mi cuerpo extranjero y apagó una vela cuando todos arrojaban piedras en
tu camino.

7.
Un día no recordaré nada. Ni tus trenzas negras ni los caminos donde crecía la
soledad como una extraña mirada. Incluso olvidaré las bancas de los templos y los
rostros de esos ángeles que dibujaban cruces en el aire. (Por ellos supe de tu piel
recogida por el viento y mi nombre desconocido en las páginas de la Biblia. Supe
que la tierra es un mismo camino por donde transitan, solitarios, los mismos hijos
de Eva)


Eliana

Algún día/
una Virgen extranjera
bendecirá mi corazón lejano/
No habrá sombras
Ni reptiles huyendo. Todo lo contrario:
lívido aún mi cuerpo/
El cielo azul de Copacabana
cubrirá tenuemente mis labios de arcilla
y un lago encantado/
me devolverá el terrón de azúcar
de tus pezones furtivos.


Sobre LEVE CENIZA:

Estos breves poemas en prosa giran en torno a las pulsaciones más intensas del ser humano: el amor y la muerte. Y la vía del poeta, para acceder a esos ámbitos sinuosos, es la del diálogo con la poesía misma. «Todo ángel es terrible», decía Rilke; «Realidad, el ángel que me guía», escribió Martín Adán. En Leve Ceniza el ángel de la poesía es quien conduce a aquella ceniza hacia estas exploraciones del alma (viejas pasiones humanas). Solo la ceniza, como palabra, vestigio y restauración, en esta época sin mitologías, es capaz de conducirnos finalmente hacia ese espacio sagrado, el de la otra orilla, el lugar intemporal: el del arte como espacio supremo de plenitud, en donde se fusionan lo material con lo espiritual. Son cuatro secciones (Poiesis, Cantares, Salmos y Rituales) que componen este leve reino de belleza y sabiduría.

Miguel Ildefonso

(http://hijoslluvia.blogspot.com/)(http://darwinbedoya.blogspot.com/)http: nidodepalabras.blogspot,com/


¿Cómo se escribe poesía en un mundo donde casi todo es simulación, donde los hechos y las palabras se han convertido en un enorme estercolero? ¿Cómo se escribe la poesía necesaria para llegar a develar lo humano? Cuando las palabras ya no dicen lo que deben decir, ¿cómo se escribe poesía? Las formas de la poeticidad, es sabido, son homogéneas, y por lo mismo irreductibles; pero aquí, en la poetización de un lenguaje se instaura un caos generador, así en los significantes como en los significados y la poesía se transfigura, traspasando aquello que se ha venido a llamar discursos herméticos o aquellos que suponen una transparencia. La poesía de leve ceniza nos lleva a un lugar en el que existen pocos códigos para interpretarla o demasiadas formas de entenderla. ¿Entonces qué queda? La poesía arrancada a la poesía misma. La poesía como la única posibilidad de fragmentarse a sí misma para nacer de nuevo, para volver a cantar, a decir todo lo callado. Y en este volver a decir no hay ninguna consideración. Solamente la palabra sobre la palabra, pulsación, plasma verbal, magma imaginario, violación de los límites, oscuras ceremonias, huesos esparcidos y cantares y cenizas. Esta es la poesía nacida del ser para el ser. La voz sedienta de un lugar, poesía sedienta de eternidad.

Walter L. Bedregal Paz


Sobre HORAS DE SIRENA:

Es un reencuentro con la naturaleza de modo desbrozante, donde todo se abre en flor y el hablante construye un lienzo en movimiento con el pincel del amor, articulando el “somos” en nuestros sueños, en cuyo lazo hay la relación de individuo-comunidad, donde de nuevo el diálogo con la memoria y el sujeto poético habla por los hombres, en cuya voz esta la fragmentación de la comunidad, en enunciaciones truncadas, donde la palabras olvidadas revelan la función poética con la garúa, como un telón de fondo donde se derrumba las cosas y el sujeto se siente un hilo de una lliclla, que apenas lo sostiene de su amada. La mutabilidad del sujeto-poético en Pacho es un eje entre el individuo y una comunidad entre el amor y la naturaleza, como círculos que giran y filtran imágenes acezantes y violentas de belleza y paisaje.

Boris Espezúa



En Horas de sirena, el autor recrea poéticamente el mito de la Sirena de Huaquina, de larga data en Juli y que primigeniamente se conocía como Imilla Serenada. Ella, en este caso, no es la mujer que ostente su linaje colonial ni es la encarnación de aquellas mujeres que vuelven a su lar querido ataviadas con ese aire citadino y occidental, luego de una estancia prolongada en las ciudades de la costa u otras urbes más grandes del Perú. Por el contrario, ella es la imagen de la mujer andina. Pura en la otredad. Y no por ello desconoce los resquicios del amor, innato a todos los mortales. En la mitología nativa, ella, ciertamente, es una diosa.


Victor Villegas

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(http://hijoslluvia.blogspot.com/)(http://laramatorcida.blogspot.com/)
(http://darwinbedoya.blogspot.com/)(http://walterbedregal.blogspot.com/)

"Leve ceniza" por Miguel Ildefonso

Posted: jueves, noviembre 04, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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darwin bedoya

Por: Miguel Ildefonso

Acaba de aparecer Leve Ceniza (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia, 2010) del poeta afincado en Juliaca Darwin Bedoya (Moquegua, 1974). Como ya hemos visto en sus anteriores poemarios, Darwin ha demostrado que es uno de lo mejores y finos poetas de la más sensible lírica actual, un importante exponente de esta vertiente que proviene de la tradición poética tanto contemplativa o reflexiva (léase los Románticos) como de la vital (entiéndase los Simbolistas). Estos breves poemas en prosa giran en torno a las pulsaciones más intensas del ser humano: el amor y la muerte. Y la vía del poeta, para acceder a esos ámbitos sinuosos, es la del diálogo con la poesía misma. “Todo ángel es terrible”, decía Rilke; “Realidad, el ángel que me guía”, escribió Martín Adán. En Leve Ceniza el ángel de la poesía es quien conduce a aquella ceniza hacia estas exploraciones del alma (viejas pasiones humanas). Solo la ceniza, como palabra, vestigio y restauración, en esta época sin mitologías, es capaz de conducirnos finalmente hacia ese espacio sagrado, el de la otra orilla, el lugar intemporal: el del arte como espacio supremo de plenitud, en donde se fusionan lo material con lo espiritual. Son cuatro secciones (Poiesis, Cantares, Salmos y Rituales) que componen este leve reino de belleza y sabiduría. Aquí algunos poemas.


[II]

Algo oculto en mí comienza a morir irremediablemente. La ceniza duerme conmigo, creo asediar a cada instante cada infierno mío. En el irme estará la conformidad, sólo ahí podrán existir los árboles para mis aves negras. Desde ahora ya no será necesario el deseo de querer oscurecerme como un pájaro en el centro de la lluvia. Así acaban las ausencias y comienza el alfabeto de las sombras.

[XII]

Mi mano escribe un nombre con palabras que no existen, con voces que nunca fueron ni siquiera un signo. Quizá humareda frágil de una tarde imposible cuando el viento hizo arena en los ojos. Lejos, mis camisas colgadas, son otros pájaros borrados de la memoria, aves que cuidan una puerta entreabierta que no me atrevo a cruzar por nada del mundo.

[XL]

Cuando me crecen las palabras, la poesía suplica un poco de ceniza entre sus ojos. Llora olvidos interminables, y ya no tiene un llanto conmovedor. Entonces todos se preguntan: ¿seguirá siendo la misma poesía?

[CXXXVIII]

Escribo para sentir que aún estoy vivo. Aunque escribir sólo sea la vana intención de restaurar cenizas. Aquí en estas oraciones moran mis huesos. Por más que hable de serpientes o palabras, aunque escriba silencios y letras muertas; huesos y desapariciones, siempre hablaré de oscuras ceremonias. Aunque sé que nunca más volveré a escribir.

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Leve ceniza
darwin bedoya
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Colección: Letras de la poesía latinoamericana N° 01
64 pp. 2010



Horas de sirena
Luis Pacho
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Colección: Letras de la poesía latinoamericana N° 02
60 pp. 2010



I N V I T A C I Ó N


El Grupo Editorial "Hijos de la Lluvia" , el Grupo Literario “Alberto Mostajo” y la

Subgerencia de Promoción, Educación, Cultura y Deporte de la Municipalidad Provincial de Puno, organizan la presentación de los libros

"Leve ceniza" y "Horas de sirena"

de la colección Letras de la poesía Latinoamericana.


LOCAL: Casa de la Cultura. Jr. Lima Nº 550 - Municipalidad de Puno.

FECHA: Lunes 08 de noviembre de 2010.

HORA: 18:00 p.m.



P R O G R A M A



1.- Palabras de presentación a cargo de un integrante del Grupo Literario “Alberto Mostajo”.

2.- Presentación de la serie Letras de la poesía Latinoamericana.

Coordinada ydirigida por el escritor: Walter L. Bedregal paz.

3.- Comentario del libro Leve Ceniza.

Poeta Percy Zaga Bustinza.

4.- Comentario del libro Horas de Sirena.

Escritor, Crítico literario y Dr. en Historia José Luis Velásquez Garambel.

5.- Palabras y lectura del autor del libro Leve Ceniza.

Darwin Bedoya.

6.- Palabras y lectura del autor del libro Horas de Sirena.

Luis Pacho.

7.- Palabras finales a cargo de un representante de la Municipalidad Provincial de Puno.



INGRESO LIBRE...

A propósito de "Salomé y otros cuentos"

Posted: viernes, octubre 22, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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En el marco de las celebraciones del CCCXLII Aniversario
de creación política de la ciudad lacustre de Puno
el Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
presentará este jueves 04 de noviembre
de la colección de narrativa breve presagio,
Salomé y otros cuentos, del narrador
Javier Núñez

Casa de la Cultura Municipalidad Provincial de Puno
Jr. Lima con Deustua
Hrs. 18.00 P.M.

Presentación:
Walter L. Bedregal Paz

Comentan:
Bladimiro Centeno
Feliciano Padilla

Estan cordialmente invitados...

Nuevo cuento puneño: Erotismo y goce en la narrativa de Javier Núñez

Posted: jueves, octubre 21, 2010 by Walter L. Bedregal Paz in
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Por darwin bedoya


En el prólogo a «La cita y otros cuentos de mujeres infieles», la escritora Rosa Montero se detiene en una entrevista muy irritante para unos y muy excitante para otros, Montero señala: «una empresa de cosméticos italiana mandó hacer una encuesta sobre las consecuencias físicas y psíquicas del adulterio, y el trabajo arrojó unos resultados espectaculares. Al parecer, las mujeres rejuvenecen con la infidelidad; el 47% se preocupa más de su aspecto tras echarse un amante; el 28%, adelgaza y recupera la línea; el 24% asegura que su piel se vuelve más tersa y luminosa, y el 52% sostiene que la traición les da más equilibrio psicológico. Además, el 26% confiesa que no tiene ningún sentimiento de culpa: de todos los apartados relacionados con el remordimiento, este es el que obtiene el porcentaje más alto. En el caso de los hombres, sin embargo, sucede casi lo contrario. Por ejemplo, el 32% de los varones se siente muy culpable tras el adulterio; también el 32% se ven con más arrugas, y el 24%, se ven más barrigones. Se diría que a los señores les sienta fatal echar una cana al aire, mientras que a las mujeres nos pone estupendísimas». Las ideas de traición, adulterio, «canas al aire», «choque y fuga», flirteos, virginidad, virilidad, machismo, etc., van intrínsecamente relacionados con la idea de erotismo. Al igual que el concepto de erotismo está íntimamente vinculado a los misterios fundamentales de cada cultura. El arte y la literatura de cada pueblo nos hablan de la experiencia erótica desde tiempos inmemoriales, frecuentemente separados de las nociones de religión y tabú. ¿Existe necesariamente un límite entre lo erótico y lo prohibido? ¿Qué nos dice la descripción del placer y del erotismo sobre el sistema de valores de una determinada sociedad? Son preguntas que tienen que ver con los tiempos actuales y que necesariamente reflejan la condición humana y sus formas de convivencia en este nuevo mundo y su vertiginoso discurrir. Todas las grandes civilizaciones del mundo —algunas de una manera más manifiesta que otras— han mantenido teorías sobre el sexo, respondiendo a la necesidad de dar una significación al deseo y a la sed de satisfacerlo. Es el amor y el erotismo la esencia del texto narrativo que ahora nos ocupa.

¿Cuántas manos tiene un hombre cuando habla del deseo? ¿Cuántos rostros se pueden encontrar en él? ¿Cuántos sueños hay en sus noches cuando anhela el deseo? ¿Es posible apagar los fuegos interiores con palabras? ¿Es una ilusión el amor? ¿Hasta qué punto soñamos cuando no dormimos? ¿Cuántos fantasmas escritos hay en nuestro cuerpo? ¿Qué hay sobre nuestra piel cuando el deseo, la caricia y el perfume se encentran? Estas preguntas parecen residir y a la vez ser el hilo conductor del nuevo texto narrativo de Javier Núñez (Melgar-Puno, 1980) Un hombre y una mujer, una mujer y un hombre que se encuentran y se desencuentran en la intimidad son los protagonistas de estas ocho historias en las que su continente, unidad plástica, trasfondo literario, brevedad y pericia lingüística nos develan la fuerza expresiva de un autor que, al margen de modas literarias, de fórmulas preconcebidas y círculos literarios se da a conocer con este texto rotulado «Salomé y otros cuentos» (Grupo editorial Hijos de la lluvia & LagOculto editores, 54 pp. Lima, 2009). Un libro de cuentos breves y elípticos, un libro alejado de los temas andinos (excepto el cuento Salomé) y los referentes geográficos de nuestros paisajes de la sierra.

Siendo el deseo erótico el hilo del que pende y se alinea la unidad de este libro, es necesario hablar de ello. En «Salomé y otros cuentos» el erotismo no imita la sexualidad, «es su metáfora.» El texto erótico es la representación textual de esta metáfora. Con esta posición opuesta de formas de amor es que Javier Núñez nos narra historias perfumadas con un tono sicalíptico, casi como una estela que alumbra ésta su ópera prima. En estas páginas el erotismo toma en cuenta hechos de orden subjetivo, de placer, de apetito o de necesidad claramente sexual, pero también ligados al ejercicio de funciones comúnmente consideradas como no sexuales. El hombre pide, pero la mujer tiene el poder de acordar o de rehusar: «Prepárate, querido —me dijo mientras se desabrochaba la blusa, en tanto que advertí sus pechos erguidos y cubiertos con un brasier negro—. El pantalón y las bragas me los quitarás tú, porque eso es deber de los hombres». (Una noche con Pamela, p. 49) Desde el esbozo del primer paso hacia la conquista de la mujer, el hombre se desviriliza. Creemos que ahí está la clave del laberinto sexual. Hemos alcanzado, creo, la edad del «homo eroticus.» Esto ha sido posible por una conquista de la libertad que ha venido de la ciencia, la ciencia que ha hecho huir las sombras siniestras de los prejuicios, de las obsesiones, de los rituales sin rito. Poco importa si la ciencia no es extraña al proceso de difusión del erotismo: su utilización se le escapa. Precisamente Octavio Paz desarrolla la idea de que es precisamente la capacidad del ser humano para el amor y el erotismo lo que hace la diferencia para no caer en la mera sexualidad animal, cuyo único fin es la preservación del género: «El erotismo es sexo en acción pero, ya sea porque la desvía o la niega, suspende la finalidad de la función sexual. En la sexualidad, el placer sirve a la procreación; en los rituales eróticos el placer es un fin en sí mismo».

«Por el momento estamos bebiendo whisky; para empezar eso está bien. Ya vendrán los episodios de relación más íntima, porque nuestra relación de este instante es superficial, limitada a miradas, diálogos… Estamos los dos y nadie más en esta habitación, y ya se aproximan las veintiún horas. Sin duda estamos consolidando la confianza entre los dos. Debo admitir que me está comiendo con los ojos, y dentro de unos minutos ya nos comeremos en la cama». (Clara Luz, p. 12) El acto de amar no es erótico en sí; pero su evocación, su invocación, su sugestión y aun su representación pueden serlo. Siendo la obsesión sexual, manifiesta u oculta, desenfrenada o dominada, un componente, o mejor un dominante de la vida social, e ilimitado el comportamiento erótico, estaríamos tentados de buscar una definición fácil de lo que es el erotismo en el amor; por ejemplo, se podría admitir que todo lo que no es genésico es erótico. Tal vez obtuviéramos de ese modo la aprobación de los teólogos, pero esa simplificación, por legítima que sea, no nos llevaría a ninguna parte. Preferimos entrar oblicuamente en ese dominio que oculta lo que hay de más individual en el hombre. Camilo José Cela, en su «Diccionario del erotismo» señalaba que: «[…] El erotismo es la exaltación —y aun la sublimación— del instinto sexual, no siempre ni necesariamente ligada a la función tenida por sexual en el habitual uso de las ideas y las palabras. […]» Casi marcando una distancia con Cela, George Bataille calificaba el erotismo como aquella parte de la sexualidad humana que nos distingue de los animales. Visto desde este ángulo diferente, el erotismo llega a ser el aspecto de la sexualidad que no funciona solamente con los instintos. Eso lo sitúa en una posición clave de la vida humana que determina toda nuestra sociedad y sus reglas, el pensamiento o el arte. En ese entender, se le atribuye al erotismo los elementos característicos que son el amor y la sensualidad, es decir aquella forma de amor que se dirige a los sentidos.

La Pamela putísima que crea Javier Núñez, parece ser amiga íntima —¿son del mismo burdel?— de otra putita, la «Princesa inclemente» inventada por Bolaño en su cuentario «Putas asesinas» cuando esa princesita le dice a Max: «Así pues, me quito la ropa, me quito las bragas, me quito el sujetador, me ducho, me pongo perfume, me pongo bragas limpias, me pongo un sujetador limpio, me pongo una blusa negra, de seda… […] Digamos que ha sido tu danza la que ha acelerado mis movimientos. Mientras yo me visto, tú danzas. En alguna dimensión distinta a ésta. En otra dimensión y en otro tiempo, como un príncipe y una princesa, como la llamada ígnea de los animales que se aparean en primavera, yo me visto y tú, dentro del televisor, bailas frenéticamente, tus ojos fijos en algo que podría ser la eternidad o la llave de la eternidad si no fuera porque tus ojos, al mismo tiempo, son planos, están vaciados, nada dicen». Este es un fragmento de uno de los mejores cuenticos del chileno, y lleva el mismo título que el libro, «Putas asesinas»; Núñez se conecta con esta atmósfera subjetiva y sugestiva del buen Bolaño.

«El sexo es un arte —dijo— conmigo aprendieron muchos hombres… Tú estás en tu punto, te voy a enseñar muchos secretos para que seas un hombre cotizado y para que nunca te olvides de mí… […] Escucha: la primera vez que se hace es clave. Si lo has hecho bien, si la chica llegó al orgasmo, o mejor todavía a múltiples orgasmos, entonces ella jamás te dejará ni te olvidará en toda su vida…» (Una noche con Pamela, p. 51-52) El erotismo toma en cuenta hechos de orden subjetivo, de placer, de apetito o de necesidad claramente sexual, pero también ligados al ejercicio de funciones comúnmente consideradas como no sexuales. De todos modos, el contexto social, étnico, cultural tiene una incidencia demasiado marcada para que el biólogo pueda osar pronunciarse y salir de esos «límites inciertos». Sabe que la educación, el lenguaje, la tradición, el nivel de civilización, todo el medio psíquico, colaboran en las costumbres amorosas del Hombre; estimulan o inhiben, animan o prohíben, imponen o levantan «tabúes», reprimen o liberan, inspiran el pudor o excitan la osadía: «Mientras permanecía desnuda y con las rodillas levantadas, él se quitó la ropa raudamente pero no sus gafas. Me acomodó sin dejar de acariciarme y me hizo el amor con furia imparable y movimientos cada vez más rápidos. Mientras pecamos él se animalizó, ambos nos animalizamos en realidad… Tuve tres orgasmos intensos. Definitivamente fue mi mejor noche…» (Una noche inolvidable, p. 43). Como afirma Octavio Paz, a propósito del erotismo, «nada más natural que el deseo sexual, nada menos natural que las formas en que se manifiesta y se satisface. En el lenguaje, y en la vida erótica de todos los días, los participantes imitan los rugidos, relinchos, arrullos y gemidos de toda especie de animales. La imitación no pretende simplificar, pero sí complicar el juego erótico y así acentuar su carácter de representación». Esto implica que el erotismo, presupone una «sexualidad socializada y transfigurada por la imaginación y la voluntad del hombre», cuyo elemento distintivo es el placer concebido como un fin en sí mismo. Así pues, mientras que la sexualidad aparece siempre uniforme e invariable, el erotismo, por el contrario, conforma una experiencia polimorfa y cambiante que se manifiesta en una vasto y complejo universo de «objetos del deseo», tan rico y diverso como lo sea la propia capacidad inventiva del sujeto deseante. Los polos de atracción, ciertamente, pueden ser reales o ficticios, cosas o personas, efímeros o sempiternos. El amor, por su parte, es un sentimiento intenso en el cual convergen al mismo tiempo la seducción fatal y la libre elección. En el caso de la pasión amorosa, el erotismo, en tanto que componente primigenio y nutricio del amor, se concentra y decanta en esa tríada enigmática que es la atracción —obsesión— devoción suscitada por una sola persona: él o ella: «No perdiste tiempo, seguiste echando leña para tenerme calientita, y de pronto me dijiste: ‘vamos al baño.’ Al entrar me desvestiste rápido, me desabrochaste el brasier y me lo quistaste al instante. Besaste mis pechos erguidos; yo gemía y cerraba los ojos. Te despojaste de la chaqueta y la camisa. Me arrimaste a la pared, me subiste un poco la minifalda y me quistaste las bragas, maldita sea…» (El retorno de Zoraida, p. 19), o la ascensión gradual de los actos sexuales tácitos: «En eso advertí que una chica me llamaba sentada en la silla, completamente desnuda y con las rodillas abiertas … Me acerqué a ella y nos sumamos a la fiesta carnal. Se movía como las sirenas y gemía como las lobas… No olvido su carita de virgen ni sus cabellos dorados». (Una intimidad con Shirley, p. 28). Cuando el erotismo se sublimiza se convierte en materia y motivo literario, en oposición a la literatura erótica y a la pornografía literaria. Es así que el erotismo se construye a través de formas narrativas que pueden ser poéticas, noveladas o ensayísticas, para convertirse en una escritura sobre el deseo, mostrándose en contradicción al expresarse como sensibilidad y belleza, o manifestarse como provocación y violencia, siempre en una actitud transgresora. Diferente propósito persigue la escritura erótica donde se alude a la posible concreción del deseo desde otra vertiente no esperada. Si bien el erotismo en «Salomé y otros cuentos» se insinúa, el clímax no reside solamente en las palabras, sino en el lenguaje bien realizado. El erotismo requiere una evolución en las formas y una adquisición de grandes espacios de libertad para el individuo. Sólo en ese contexto la relación sexual se convierte en un juego, en un teatro, en una ceremonia, en unos ritos, y adquiere una connotación artística como las escenas de «Salomé y otros cuentos». Esto no se da en culturas muy represivas ni muy reprimidas, y por supuesto, no se da en sociedades primitivas. La tradición erótica presupone un elevado nivel de civilización, tal vez un tanto porque tenga que ver con el amor. En esta interrelación del amor, el erotismo y la literatura se observa a través de las obras y de la crítica examinada, una convergencia con respecto al carácter trasgresor y a la esencia humana de lo erótico y en sus diversas formas de imaginarios artísticos en el tratamiento histórico-literario. En fin, las representaciones literarias del erotismo y de lo erótico en las obras contemporáneas, unido a otros temas considerados trasgresores como prostitución, marginalidad, homotexto, imaginario femenino o la sexofilia, son protagonistas tanto en obras del campo teórico como de las construcciones literarias post-modernas.

Las acciones de «Salomé y otros cuentos» siguen un ritmo cíclico, marcado por la actividad sexual consumada o sugerida y la subsiguiente laxitud; los simbólicos ascensos y descensos de los lugares (hoteles, habitaciones) donde culminan las escenas de máximo placer carnal. A nivel formal, erotismo y literatura muestran fenoménicamente el estado fluido y prenaciente de la prosa literaria; el lenguaje metamorfosea la realidad creando una surrealidad en la cual la fantasía, el sueño, la hipérbole y todas las fijaciones obsesivas del inconsciente, adquieren un dinamismo inagotable e irreductible a la linealidad del texto. Ello determina la estructura «en movimiento» de la obra y el paulatino triunfo de lo irracional sobre lo discursivo, del impulso y voluptuosidad de la escritura, sobre la ilusión ficcional. Actividad sexual y escritura llegan a identificarse como flujos y reflujos de un mismo ciclo vital casi parodiando a los clásicos cuando escribieron sus grandes sueños en novelas y cuentos ya consagrados no por el hombre o la crítica, sino por el tiempo. Los referentes más cercanos de Javier Núñez son el viejo García Márquez, el extinto Benedetti, tal vez por ahí la narrativa breve de Bolaño y, por supuesto, el peruano Vargas Llosa. Sin embargo la prosa de este libro, deteniéndonos en el eje temático, por momentos alude a un Nabokov y su clásica «Lolita», a un Bukowsky, a un Pérez Reverte o al Haruki Murakami de «Tokio Blues», inclusive al Philip Roth de «El teatro de Sabbah» y quizá, implícitamente por lo de García Márquez y su «Memoria de mis putas tristes», al ya legendario Yasunari Kawabata y sus putitas bellas, dormidas en los ojos del viejo Eguchi. Sin duda, con este libro, Núñez empieza a alejarse del puritanismo y estaciona su discurso en un panorama narrativo donde antes había cierto «silencio», él aparece ahora con sus aires de perturbador, sin necesidad de hacer llegar a la excitación a sus lectores. Sólo perturbándolos. Luego de estos referentes, podemos añadir también que en la narrativa de Núñez confluye alquímicamente el tema erótico y además, en buena medida la construcción de los personajes, la identidad que le da a cada uno de ellos. (El retorno de Zoraida) Fluye el punto de vista del autor sobre el discurso, se da la focalización en el asunto. (Clara Luz, Débora Rojas, Salomé) El narrador locutor se desenvuelve acorde a la atmósfera. (Una intimidad con Shirley) El tiempo narrativo se inmiscuye con la trama. (Una noche inolvidable) Es decir, el estilo del narrador Núñez va alcanzando un corpus que lo va identificando, aunque claro, lo del estilo es progresivo, pero él ha sabido marcar una distancia con lo que es un inicio y lo que es el conocimiento plasmado del arte de narrar.

Este libro es un viaje casi lúdico a través de los términos «amor» y «erotismo». El autor no solamente quiere llamar la atención sobre unas palabras de uso cotidiano que resultan ser más escurridizas a la hora de fijarlas, sino también, quiere invitar a los lectores a elevarse por encima de su propia restricción para contemplar el Eros originario, más allá del tiempo y la distancia, para así acceder mejor a las costumbres del momento que se expresa en la comunicación interhumana. Con este libro de prosa límpida y estupenda, Javier Núñez marca el trecho temporal entre hoy y los narradores puneños anteriores, que hay que leer bajo «circunstancias alternantes» históricas. Ya estamos esperando los siguientes libros que ha anunciado Javier Núñez, mientras tanto, que «Salomé y otros cuentos» nos sirva de indicación para no cometer el mismo error de dejarse limitar por la propia situación histórica y las circunstancias pretéritas en las que andaba la narrativa puneña anterior.


BIBLIOGRAFÍA:

Bataille, George: «El erotismo» Tusquets Editores, Barcelona, España, 2000, 155 pp.
Bolaño, Roberto: «Putas asesinas» Anagrama, Barcelona, 2001, 225 pp.
Cela, Camilo José: «Diccionario del erotismo» Grijalbo, Barcelona, España, 1988, 453 pp.
Chevalier, Juan: «Diccionario de los símbolos» Editorial Herder, Barcelona. 1986, 322 pp.
Montero, Rosa: «La cita y otros cuentos de mujeres infieles» Alfaguara, España, 2000, 286 pp.
Paz, Octavio: «La llama doble. Amor y Erotismo» México, Seix Barral, 1993, 221pp.