EL MENSAJERO

Posted: lunes, diciembre 28, 2015 by Walter L. Bedregal Paz in
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EL MENSAJERO
Aldo Cáceres
Serie novela Resplandores del fuego Nº 02
Grupo Editorial Hijos de la lluvia
Pp. 296
Lima, 2015




Las novelas, al igual que los cuentos y la poesía, tienen una vida casi subterránea entre nosotros. El tópico con el que nos narra la novela El mensajero Aldo Cáceres, es el género en el cual el escritor da un paso importante para alcanzar su consagración definitiva. Esta vez su personaje Chano Pajuelo Alter ego del autor, nos narra los tres tipos de amor con los que, normalmente, se sufre mucho. Y con la combinación de dos de ellos, se pasa fatal. Los tres son: el amor imposible, el amor platónico y el amor secreto.

Diana; así se llamaba. Ese era el dulce nombre
con el que resplandecía la nueva muchacha, esa hermosa chica que para mí era el ser más bello que jamás había visto.
            Todavía no habían traído mi orden, cuando vi que Dianita y sus nuevas amigas salieron de la cafetería entre sonrisas y cuchicheos. Me quedé agarrotado, impresionado por lo que había visto. Estaba confundido. ¿Era Dianita una chica muy diferente a mí? ¿Era una mujer inalcanzable? Empecé a cuestionarme, atacado por un enjambre de dudas. Sin esperar saborear ya el sándwich y la bebida gaseosa, me levanté y salí tras sus pasos. Y al igual que en los días anteriores, ese jueves, a la hora de la salida, fui deprisa hacia el paradero y la esperé sentado en uno de los

bancos.

 El mensajero, nos muestra los tres amores que están fuera de lo que definimos como normales; en este sentido, cada uno es cada cual y cada uno hace lo que crea que es mejor para su vida y su felicidad.

 El amor platónico es también amor imposible. El amor secreto tiene algún rasgo de platonismo. El amor imposible y el platónico no pueden concretarse, mientras que el secreto tiene esa posibilidad. Así mismo el amor secreto y el platónico tienen en común que la otra parte no tiene ni idea de lo que pasa (en el secreto, a lo mucho puede ser intuido).

Travieso & rabioso

Posted: by Walter L. Bedregal Paz in
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Nuestra reciente producción...Travieso & rabioso
KAÍN, autor, peruano, (o eso dice, y le creemos, escribe desde los 13 años y ya tiene 35) cuenta su proceso creativo, cómo le gusta escribir -todo lo que ha escrito lo lleva en cuadernos como si fueran diarios,- lo que le da a la obra mayor honestidad como obra artesanal, la cantidad de borradores que hace, y la idea de escribir como cualquier artista para proporcionar agrado en el lector. Publica algunas cosas en el face... Ya lo conoceremos...

Travieso & rabioso
KAÍN
Serie de narrativa breve "Presagio" Nº 15
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Pp. 192
Lima, 2015

PRONTO, LA FECHA Y LUGAR DE SU PRESENTACIÓN.
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"Travieso & Rabioso" está erigido con una variedad de tonos y registros que lo convierten en un texto no solamente gótico, híbrido, sino también divertido y moderno, pues a través de un tema aparentemente intrascendente, consigue enganchar al lector con textos de una pureza y un ingenio que invitan a su lectura. Kaín, con una voz suficientemente propia, nos sorprende con relatos llenos de desenfado y reminiscencia. Un ritmo fuerte, un lenguaje directo, un erotismo pleno y unos personajes desinhibidos hacen de este libro una saga de esbozos surrealistas que se dedican a mostrar la belleza eterna de un momento fugaz.
Walter L. Bedregal Paz

ES MEJOR ARDER de Jhener Pomacosi Mansilla

Posted: lunes, diciembre 07, 2015 by Walter L. Bedregal Paz in
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ES MEJOR ARDER

Jhener Pomacosi Mansilla
Serie de poesía "Malos remedios" Nº 05
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Pp. 40
Lima, 2015


Raras veces ocurre: lees un libro de poesía y al cerrarlo te quedas con un verso, un poema, el libro entero flotando como un eco. Esa es la primera impresión que tengo de Es mejor arder de Jhener Pomacosi. En estas páginas el autor consigue una suerte de rememoración de su propia vida. Puede  leerse este poemario  como una suerte de reivindicación de esos mundos cada vez más difusos que hacen de la vida un túnel oscuro y que muchas veces encaminan hacia el destierro. En esta su opera prima, Pomacosi logra una intrépida inmersión en un lirismo a veces despiadado que se enfrenta al realismo más convencional porque éste último no sirve, en última instancia, para encontrar un sentido a la invocación de la poesía y la vida misma. En estas páginas discurre el fuego que enciende el verso como catarsis, como remedio, como mantra para desendemoniar fantasmas, como amuleto y como llave. Pero, sobre todo, este es un ejercicio literario desde donde es posible expresar ese «compromiso», ya sea «para denunciar lo que pasa fuera, o lo que pasa dentro de uno: como reivindicación de una ética personal, política o sentimental». Todos esos elementos combinados con inteligencia en cada poema, se convierten en indicadores de estados emocionales, en escenarios hechos de palabras —de lenguaje—, en los que la vida permanece y, donde decir «permanece» significa que se impone en un estado nuevo, a compartir por el lector: ese es el poema, lugar de salvación y de fuego.


Darwin Bedoya

MÁS AL SUR, de Juan Carlos Ortiz Z.

Posted: by Walter L. Bedregal Paz in
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MÁS AL SUR
Juan Carlos Ortiz Z.
Serie de narrativa breve "Presagio" Nº 14
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Pp. 88
Lima, 2015

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Este texto aspira a manchar de tinta las manos que lo agarren. Juan Carlos ha escrito este conjunto de historias desde ese territorio imantador que es la búsqueda de temas y paisajes propios, que no se insertan en ninguna corriente, grupo ni tendencia dominante en el panorama actual de la narrativa que se escribe hoy entre nosotros. Más al sur es un libro erigido con la paciencia y el tono de un miniaturista medieval, pero escrito con el mundo actual como trasfondo. Podemos notar que las propuestas de este narrador no se encuentran en la línea de las corrientes virtualmente a la moda, sino que, por el contrario, muestran una atención profunda hacia los asuntos cotidianos de la gente del ande puneño. El autor, con estos siete textos, nos confirma su capacidad para generar atmósferas llenas de arcanos y de sutiles guiños en los que cada gesto está cargado de sentido. Tal vez estas historias sirvan para preguntarnos: ¿Qué es lo verdadero? ¿Dónde termina la ficción? ¿Somos lo que somos o lo que contamos? ¿Qué es la realidad sino un lugar ajeno, un escenario de paradojas que, simplemente, nos parece real? Quizá a partir de estas inquietudes se dé una sucesión de otras interrogantes, de vicisitudes que se van transformando en historias, con el rigor y los riesgos que toda búsqueda auténtica acarrea. Estas historias hablan también sobre el sentimiento de pertenencia y la necesidad de encontrar nuestro lugar en el mundo. Sentimiento y búsqueda que se van entramando con una destreza que muestra el dominio del lenguaje y una estructura atrevida y desfachatada, con una pulsión que concede el fogonazo del asombro, y es que el autor retrata —a veces con fino humor, otras con ternura y unas más de manera despiadada y realista— eso que llamamos «condición humana», al hacer confluir en sus personajes el peso de la historia con ese motor cotidiano que es el deseo en su más articulada expresión.

darwin bedoya

EL MENSAJERO de Aldo Cáceres

Posted: by Walter L. Bedregal Paz in
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Este viernes 11 de diciembre

PRESENTAMOS la novela

EL MENSAJERO
de Aldo Cáceres

Lugar: CASA DE LA CULTURA - Puno
Jr. Lima (Cerca de la plaza de Armas)
Hora: 18:00 pm.

Los esperamos..._________________________
Presenta: Walter L. Bedregal Paz
Comenta: Percy Zaga Bustinza





EL MENSAJERO
Aldo Cáceres
Serie novela "Resplandores del fuego" Nº 02
Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"
Pp. 296
Lima, 2015




Las novelas, al igual que los cuentos y la poesía, tienen una vida casi subterránea entre nosotros. El tópico con el que nos narra la novela El mensajero Aldo Cáceres, es el género en el cual el escritor da un paso importante para alcanzar su consagración definitiva. Esta vez su personaje Chano Pajuelo Alter ego del autor, nos narra los tres tipos de amor con los que, normalmente, se sufre mucho. Y con la combinación de dos de ellos, se pasa fatal. Los tres son: el amor imposible, el amor platónico y el amor secreto.

Diana; así se llamaba. Ese era el dulce nombre
con el que resplandecía la nueva muchacha, esa hermosa chica que para mí era el ser más bello que jamás había visto.
            Todavía no habían traído mi orden, cuando vi que Dianita y sus nuevas amigas salieron de la cafetería entre sonrisas y cuchicheos. Me quedé agarrotado, impresionado por lo que había visto. Estaba confundido. ¿Era Dianita una chica muy diferente a mí? ¿Era una mujer inalcanzable? Empecé a cuestionarme, atacado por un enjambre de dudas. Sin esperar saborear ya el sándwich y la bebida gaseosa, me levanté y salí tras sus pasos. Y al igual que en los días anteriores, ese jueves, a la hora de la salida, fui deprisa hacia el paradero y la esperé sentado en uno de los bancos.

 El mensajero, nos muestra los tres amores que están fuera de lo que definimos como normales; en este sentido, cada uno es cada cual y cada uno hace lo que crea que es mejor para su vida y su felicidad.

 El amor platónico es también amor imposible. El amor secreto tiene algún rasgo de platonismo. El amor imposible y el platónico no pueden concretarse, mientras que el secreto tiene esa posibilidad. Así mismo el amor secreto y el platónico tienen en común que la otra parte no tiene ni idea de lo que pasa (en el secreto, a lo mucho puede ser intuido).

Efraín Miranda BIBLIOGRAFÍA

Posted: viernes, abril 10, 2015 by Walter L. Bedregal Paz in
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Efraín Miranda Luján (Condoraque, San Antonio de Putina - Puno, 1925 - Arequipa 2015). Poeta, una de las voces más importantes de la poesía peruana y latinoamericana del siglo XX. Su trabajo poético se hizo con el pausado rigor de la poesía. Con la publicación de Muerte Cercana (1954) aparece en la escena literaria de la década del 50.  Durante un prolongado y provechoso silencio, signado por su experiencia en la comunidad de altura Jacha-Huinchoca de Puno, llegará con Choza (1978), definitivo libro que renueva la tradición poética. Poemario con el que, la voz indígena coge la palabra –ahora escrita– para expresar el mundo andino y erigirse como la contracultura.  Vida (1980) nos acerca al indígena que transita por espacios distantes de su comarca yPadre Sol (1998) nos aproxima al mundo de los dioses locales. 






1. Bibliografía del autor

1.1. Poemarios:

Muerte Cercana. Lima: Tall. Graf. Mercagrafh, 1954.
Choza. Lima: Emp. Ed Humbolt, 1978.
Vida. Lima: 1980.
Padre sol. Puno: Lacg Ed., 1998.

1.2. Textos creativos y testimoniales:
“Poetas vivos del Perú. Efraín Miranda” en Supl. Dominical, El Comercio. Lima, 23 de enero 1955; p. 8 (Reproduce poemas de Muerte Cercana e incluye el inédito “Poema”: “Envuelto por la presencia cotidiana/ me interno en la ciudad carda de penas…”).
“Poesía India, testimonio de parte” en Qantu nº 2. Lima, julio 1980 (A viva voz).
“EX”, traducción al aimara de Julián Mamani Condori en Quechua Aimara. Magazine internacional nº 2. junio-julio 1997.
“Cóndores inventores” en Consejerodelobo, nº 5. Puno, agosto 2000; p. 10-11 (Relato)
2. Sobre el autor:
Salazar Bondy, Sebastián. “Nace un poeta" en La Prensa, lunes 18 de enero de 1954; p. 6.
Suárez Miraval, Manuel. “Algunos poetas representativos del Perú de hoy. Efraín Miranda VI Entrega” en Cultura Peruana, año XIV, vol. xiv, nº 71. Lima, mayo de 1954 pp 39-41. [Esta Entrega presenta a Alberto Escobar, Américo Ferrari, Efraín Miranda, Alejandro Lora y Juan Gonzales Morantes].
J.V.P “Muerte Cercana (de Efraín Miranda)” en Dominical, La Crónica. Lima, 31 octubre 1954; p. 6.
Guevara, Pablo. “Muerte Cercana” en Letras Peruanas, nº 11. Lima, diciembre 1954 (“Entre libros”).
 “Reportajes con radar. Efraín Miranda” en Dominical, La Crónica. Lima, 20 febrero 1955; p. 2, 3. (Con foto EM).
Reportajes con radar. Lima: Pacha, 1960.
Portugal, Ana María. “Efraín Miranda: ‘Generación supo enfrentarse a la realidad’” en El Pueblo. Arequipa, jueves 27 de enero de 1966, p. 6
Gallegos Arreola, Luis. “El indio en la poesía de Efraín Miranda Luján” en Los Andes. Puno, 8 de mayo de 1978.
“La poesía india de Efraín Miranda” en Marka. Lima 4 de mayo de 1978; p. 50.
"Choza, Miranda Luján", en Revista de Crítica Latinoamericana, 2do semestre, Lima 1978.
More, Ernesto. “Epifanía del indio” en Choza, Efraín Miranda. Lima: Emp. Ed. Humbolt, 1978; pp. 5-7.
“Efraín Miranda: ‘Definitivamente soy indio’” en La Industria. Trujillo, 24 de mayo 1979; p. (4).
Osorio, Juan Alberto. " La voz interior del Mundo Andino” en Los Andes. Puno, domingo 4 de noviembre de 1979.
Martos, Marco. “¿Friegan los cóndores?” en Allpanchis Phuturinqa nº 13. Cuzco, 1979; pp. 237-247.
Yauri Montero, Marcos. “Un poemario veinte años después” en La Crónica, Cultural nº 7. Lima, domingo 12 de octubre de 1980.
Bazán Cerna, José. “A propósito de Choza Efraín Miranda" en Tarea nº 6, revista de cultura. Lima, marzo 1982; pp .54-55.
Espezúa Salmón, Boris. "Nuestro Efraín Miranda” en Kollao. Puno, noviembre-diciembre de 1986.
Valdivia, José Gabriel. “El solitario del ande” en Sucesos, Correo, Arequipa, 1988, p. 4.
Zaga Bustinza, Percy. “De la pasión de recopilar. Memoria y encuentro” en Hojas escritas nº 12. Puno, setiembre 1989.
Cornejo Dianderas, Hernán. “Efraín Miranda Luján: El poeta. Conversación con el creador, más andino, fino y bronco de Puno” en Hojas escritas, nº 5. rev. puneña de análisis, opinión y comentarios. Chino Huanacune, Isabel Julia (y) Julia Dolores Choque Pacheco. La poesía de Efraín Miranda Luján. Puno, Universidad Nacional del Altiplano, 1989 (Tesis. para optar el título profesional de Licenciada en Ciencias de la Educación).
Gonzales, Guissela (y) Carlos Ríos. “Conversación con Efraín Miranda: La choza de piedra” en Cultural, supl. de El Peruano. Lima, miércoles 11 de agosto 1993. (Literaturas andinas).
Fierro Zapata, Martín. “Un poeta puneño: Choza o la visión andina de la cultura” en Altipampa, nº 3. Vocero cultural. Puno, febrero 1995; p. 9.
“Apología a favor del poeta Efraín Miranda” en Los Andes. Puno, 15 de junio 1999; p. 6.
“Padre Sol, un libro esperado por la crítica” en Apumarka, nº 2. Puno, noviembre 1999; p. 97-101.
Espezúa Salmón, Dorian. Entre lo real y lo imaginario. Una lectura lacaciana del discurso indigenista. Lima: Universidad Federico Villarreal, 2000.
Espino Relucé, Gonzalo. “¿Poéticas andinas? Peralta, Florián, Miranda” en Letras nº 99/100. Lima, 2000; pp. 213-230.
“Crónica de una conversación con el poeta Efraín Miranda. Es verdad que están aquí mis raíces...” en Pez de Oro, nº 6. Puno, 2003; p.7.
“Efraín Miranda, profeta de Birakocha” en Revista de Literatura Peruana, nº 1. Lima, mayo-junio 2004; p.32-34.
Reynoso, Christian. “Homenaje. Efraín Miranda” en De mulas, búhos y otros escribientes nº 3. Puno, noviembre 2005; pp. 8-9.
Gonzales Fernández, Guissela. “Autonomía, autenticidad y universalidad: Acercamiento al discurso indio de Efraín Miranda desde la estética de Gamaliel Churata” en Sol de Ciegos, nº 1. Lima, junio 2008; pp. 7-9.
Aproximaciones. El poeta Efraín Miranda
Burga, Manuel. "Aproximaciones. El poeta Efraín Miranda" en La República, Lima 30 de octubre 2008.
Arrieta Espinoza, Dimas. "Resistencia y protesta andina en Choza de Efraín Miranda" en Nudos y laberintos, rev. de crítica literaria, año I, nº 1. Lima, noviembre 2008; pp.69-78.
Mayhua Quispe, Mario. El poeta (neo) tawantisuyano. Efraín Miranda. Puno, Eds. Antaurpi, 2008.
Miranda, Efraín. Indios dios runa. Antología del poeta del fuego. Gonzalo Espino Relucé. Estudio, selección y notas.  Andesbooks, Lima. Ed., 2008.

Conversaciones con el Poeta Indio Efraín Miranda. Mario Mayhua Quispe. Juan Gutemberg Editores Impresores E.I.R.L. Primera Edición: 2011, Lima, 112 páginas.


¡Soi Indio! Estudios sobre la poesía de Efraín Miranda.  Gonzalo Espino RelucéMauro Mamani Macedo ,Guissela Gonzales Fernández . Editorial Pakarina. Lima, 2012.


3. Antologías:

Frisancho Pineda, Samuel. Antología de la Poesía Puneña. Puno: Los Andes, 1966.
El Álbum de Oro de Puno. Puno, Ed. Los Andes, t. vi, 1976.
Ayala, José Luis. Antología General de la Poesía Puneña. Puno, CorPuno, 1987; pp. pp. 103-107 (II Festival del Libro Puneño, t. V).
Falla, Ricardo (y) Sonia Luz Carrillo. Curso de realidad. Proceso poético 1945-1980. Lima, Ed. Poesía, 1988; p. 518-519 (t. 2).
Cornejo Polar, Jorge. La poesía en Arequipa en el siglo veinte: estudio y antología. Arequipa: Editorial UNSA - CONCYTEC, 1990; pp. 140-144.
Martos, Marco. Llave de los sueños. Antología poética de la promoción 45/50. Lima: Documentos de Literatura, 1993; 271-279.
Literatura y violencia en los Andes. Lima: Arteidea Ed, 2004; pp. 302-315.
Padilla, Feliciano. Antología comentada de la literatura puneña. Lima, Fondo Ed. Cultura Peruana, 2005; pp. 96-102.
Flores-Aybar, Jorge. 20 años de poesía puneña. 1986-2006. Lima: Arteidea Ed, 2006; pp. 27-43.
Cáceres, Tito. Antología de la Poesía Arequipeña 1950 - 2000. Arequipa: Editorial UNSA, 2007; pp. 261- 264.
Bedregal Paz, Walter L. Aquí no falta nadie. Antología de poesía puneña. Juliaca: Grupo Editorial Hijos de la Lluvia, 2008; pp. 58-68.
4. Revistas:

El poeta de la contracultura. Pez de Oro. Literatura y cultura. (Edición final). Puno, 2010.

Tributo al poeta indio Efraín Miranda. Alborada Andina. Rev. Macroregional de opinión y cultura. Nº 5. Ayaviri, Puno. 2011.

5. Tesis:

 Enseñanza de la poesía en la zona rural. Puno, Escuela Normal Superior María Auxiliadora - Centro de Capacitación y Perfeccionamiento Magisterial, 1971 (Tesis presentada para optar el Título de Profesor en Educación Primaria).


6.-Coloquios:


Coloquio Internacional de Poesía: Efraín Miranda, más allá de los márgenes y los silenciamientos, organizado por el Instituto de Investigaciones Humanísticas y el Departamento de Literatura de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. (22 al 24 de octubre de 2008, Lima - Perú).

EFRAÍN MIRANDA, Poeta

Posted: by Walter L. Bedregal Paz in
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El poeta Efraín Miranda

La historia no es la historia necesariamente. Pero si hubiese que
comenzarla por alguna página, habría que nombrar a un poeta
peruano autor de una poesía disímil escrita desde el Perú
recóndito. Leer la poesía de Efraín Miranda es generar una postura
crítica frente a las convenciones sentimentales no sólo del escribir,
sino también del leer. El lector de Miranda debe llegar a esta Poesía
reunida despojado de remiendos culturales, habiendo dejado atrás
los lugares comunes de una época e idiosincrasia. Si existiera la
necesidad de extremar el asunto, diríamos que su mejor lector sería
iletrado: aprendería a leer en estos textos el origen de la vida y de
la sabiduría. Es verdad que la poesía mirandiana ha sido poco
difundida, pero se ha mantenido firme sólo en su propio fluir, en su
irreductible transitoriedad; a veces sincrónica con los postulados de
Gilles Deleuze, según los cuales, el poeta es un extranjero en su
propia lengua, para significar la extrañeza de la creación y la
enajenación permanente del creador. Transcurrido el tiempo,
Miranda es el desvelamiento de una de las más disímiles estéticas
orientada desde los impulsos que genera la terredad que, como
movimientos tectónicos, llevan el canto cósmico a un ser actual, por
lo que la reconditez de esta poesía es variable y relativa. Desde
Muerte cercana y hasta Padre Sol, la poética de Miranda está
poblada de nuevas formas para la expresión de los
estremecimientos y de las ideas, tanto precisas como sugerentes y
subjetivas, por proceder de percepciones analíticas y artísticas
legítimas, indias. Así, la obra mirandiana no sólo se muestra
irreverente frente a manidas retóricas, sino también frente a la
noción de la pureza del lenguaje. Siendo un lector insaciable en las
soledades de Jacha Huinchocca, este efecto de extrañeza se
exacerba cuando las palabras pueden pronunciarse en español y
también en indio.      
                                                                           

                                                                                 Darwin Bedoya



El poeta mostrando su poesía inédita. (Solo queda el recuerdo de haber compartido con el poeta
los versos que se quedaron en su Choza). Atentos, el poeta Luis Pacho, el poeta Darwin Bedoya
 y el narrador Walter L. Bedregal Paz.

Portada del libro (inédito - Grupo Editorial "Hijos de la lluvia"). Fotografía de portada: Camilo Sánchez Serruto.



_________________________________________
P.D. Tomado del Blog: http://darwinbedoya.blogspot.com/

EFRAÍN MIRANDA Poesía reunida

Posted: by Walter L. Bedregal Paz in
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JUSTIFICACIÓN DE LA VIDA Y LA POESÍA


Efraín Miranda (Condoraque, San Antonio de Putina 1925 - Arequipa, 2015)



Escribe_ Walter L. Bedregal Paz

Hubiese querido empezar a hablar de la lectura y literatura puneña siquiera con unos 50 libros contemporáneos en la mesa. Hubiese querido detenerme un par de horas en aquel primer libro que Efraín Miranda publicara allá por 1954 y compartir con ustedes verso a verso.
El libro y la lectura mantienen hoy en día una posición de privilegio como fundamento de la cultura, la convivencia, el progreso y el desarrollo. Los libros y la lectura son piedra angular de la prosperidad, factores sin los cuales no hay civilización democrática moderna que valga. Requerimos en la actualidad, efectivamente, una Patria con Lectores. Y es que sin libros ni lectura, no puede trazarse destino ni porvenir en una sociedad. La democracia, igual, sin esos elementos civilizatorios está en riesgo de quedarse atrapada en los espacios de los anacronismos políticos. Nuestro país está por los suelos en éste ámbito, lo que nos habla por lo tanto del fracaso estrepitoso del sistema público de educación. En ese sentido, creo que no podemos formar parte de ese desmoronamiento, desde provincias como San Antonio de Putina, donde nace el poeta Miranda en el año 1925, desde departamentos como Puno debemos trabajar en ese punto de desarrollo cultural, y qué mejor si en nuestra Región tenemos cumbres intelectuales como el maestro y poeta Efraín Miranda Luján. Creo que a partir de este enorme hito se debería emprender el estudio, el conocimiento de nuestra identidad, de nuestra literatura. Y creo que las actividades literarias, o las publicaciones de libros en primera instancia, tienen esa finalidad: escarbar un poco en la memoria, poner al alcance no solo nombres de escritores, sino también libros, conocimientos. Saber en qué va nuestra formación literaria, saber cuán sensibles somos. La publicación de textos es el ideal de muchas organizaciones, pues soportan una comprensión y divulgación de las manifestaciones literarias y culturales de un espacio, pues son una primera tentativa que generan distintas posiciones para iniciar un dialogo cultural. Ni la crítica ni la cultura son exclusividad de alguna institución o medio –canales de televisión, radios, editoriales, fundaciones, organismos gubernamentales, etc.-, ambas existen porque existe un cúmulo social que desea intentar una comprensión de sí mismo, una cantidad de personas que organizan una mirada sobre lo que sucede en su entorno y lo que se dice acerca de estos sucesos. Estas miradas tienen una repercusión muy importante en los procesos culturales, y con mayor razón cuando se trata de lectura y literatura. Entendemos que el escenario cultural no es un barrio céntrico de notable arquitectura por donde pasean turistas y espíritus educados para una correcta apreciación estética, ni tampoco una carretera por donde transitan vehículos cargados de distintas mercancías a velocidades variables hasta los domicilios de sus consumidores. Entre una y otra barbarie, a medio camino entre estas dos escenas, sucede la imagen inestable de nuestro presente. Ordenar algunas notas que lo demarquen o sirvan para hablar de él constituye un aporte crítico que evita su disolución. El propósito de la presente publicación tiene varios asuntos implicados, en realidad, si mal no entiendo, debe ser evitar la disolución de un espacio común, atendiendo principalmente al ámbito literario en consonancia con el resto de las dinámicas culturales de nuestro departamento.
Entonces, el primer objetivo es la divulgación de lo literario y su inclusión en esa esfera indeterminada y en movimiento que se llama cultura pura. Creo que los cuatro libros publicados por nuestro mayor autor de la literatura puneña y peruana son primordiales para un estudio. Creemos que existe una grave desconexión entre la creación literaria actual y el público, la cual no solo se debe a la falta de medios de divulgación, sino a fórmulas inadecuadas para iniciar una conversación: los lenguajes académicos que cierran el asunto con un comentario acerca de las metodologías más apropiadas para enfrentar el tema. Creo este evento tiene la finalidad de cubrir esa desconexión, suplir ese vacío en que nada se dice o se dice algo, pero desde un encierro inexpugnable, cual envase de cuatro paredes. La literatura es un telar en movimiento, un conjunto de voces que muchas veces no precisa una figura o leader o disposición estable. Si bien los nuevos escritores del mundo son hijos del MP3 - 4 - 5, también son lectores naturales de E-book, portadores de la Tablet o el BlackBerry y usuarios compulsivos de Internet, del Facebook, del Twitter y otras antiguallas, como el e-mail y el Messenger, y tal vez como muchos, también suscriben la religión del Google. Pero eso no le quita trascendencia a las obras, sobre todo a las que parten desde sus orígenes o las que quieren mostrar al mundo desde dónde provienen, tal como lo hizo Martí o el mismísimo García Márquez, que por cierto, hace unos meses se hizo más grande y más eterno con su Macondo y desde Macondo, es decir desde aquel pueblecito recóndito que es Aracataca, allá en Colombia. La poesía de Efraín Miranda apareció en el horizonte de la literatura peruana a principios de los años cincuenta, 1954 para ser exactos, como una especie de saludable acontecimiento que; sin embargo, casi nadie escuchó ni produjo, en consecuencia, la menor inquietud.
Los lectores, en su gran mayoría prefirieron mirar hacia otra parte, como si nada hubiera ocurrido. No era poco, empero, lo que había sucedido y lo que ese libro era y significaba. Hubo en ese triste panorama de indiferencia una notabilísima excepción: Salazar Bondy, quien escribió un hermoso comentario sobre Muerte Cercana, libro que un nuevo poeta peruano alzaba su voz en medio de autores ya consagrados hasta ese entonces en la década del 50 en la literatura peruana. Este texto fue incluido más tarde en el volumen inicial mirandiano: Muerte cercana. Esas palabras de Salazar Bondy siguen siendo de lectura obligada para los escasos comentaristas o críticos de la poesía de Miranda. Creo los momentos cumbres de nuestro autor se dan en Muerte cercana y Choza; sin embargo, toda esa obra compuesta por cuatro libros alcanzará un punto culminante con la edición de su Poesía reunida publicada por el sello editorial puneño Hijos de la lluvia. La aparición de la Poesía reunida de Miranda es una ocasión inmejorable para ponderar las cualidades de esta escritura poética, quizá la más singular de por lo menos los últimos cincuenta años en el ámbito de la poesía peruana. En estas páginas veremos que el escritor experimenta su soledad al convertirse en letra y sangre de sus propias páginas. Sabremos de cómo esa lengua india fluye en cada verso. Leyendo esta obra completa sabremos de esa entrada al laberinto de la escritura como una entraña y a la vez conocida herida, único vehículo para hacer visible lo invisible, figura o representación, paso a ciegas por lo abismal. Porque escribir es ponerle un nombre a la muerte. Porque la poesía es una interrogación y la infinidad de respuestas no dejan de ser preguntas. En la escritura la interpelación es el mecanismo creativo por excelencia, surge de la duda y la contradicción, y acaba siendo oxímoron o encrucijada de las palabras. La pregunta es oscura y creadora, y la respuesta es una precipitada lucidez que fulmina. La pregunta errante cede ante la hospitalidad de la palabra. ¿Muerte cercana? La escritura recorre como un nómada el desierto, en el cual ve su alumbramiento (o nacimiento). Los libros de Efraín Miranda dejan abierta su morada al lector, en un acto de ilimitada hospitalidad, para que habite el libro total, para que lo deletree vocablo a vocablo. No nos queda a nosotros, lectores, nada más que cerrarlo, ovalarlo hasta formar el bucle incesante que nació con la pregunta. Y volver de nuevo a borrar el libro. A escribir el libro frente a un Padre Sol incesante.


Ciudad de los vientos Juliaca, junio del 2014



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P.D. Parte de la presentación el libro inédito EFRAÍN MIRANDA Poesía reunida, Grupo Editorial Hijos e la lluvia.
Las fotografías corresponden a las visitas que se le hicieron al poeta, en su casa de Yanahuara - Arequipa.

 Se aprecia en compañía del poeta a: el narrador Javier Núñez, el  poeta Carlos Mendoza, el Dr. Omar Aramayo, , el narrador Walter L. Bedregal Paz y  el poeta Lolo Palza.



Aquí junto al poeta Efraín Miranda, el poeta Luis Pacho, el artista David Colquehuanca, el poeta Darwin Bedoya y el narrador Walter L. Bedregal Paz.


Portada del libro (inédito) sobre su obra poética reunida.

"Cuaderno de ceniza" de Darwin Bedoya

Posted: jueves, marzo 05, 2015 by Walter L. Bedregal Paz in
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Cuaderno de ceniza / Darwin Bedoya
Colección de poesía: Demonios interiores Nº 01

Grupo Editorial Hijos de la lluvia

132 pp. Diciembre

Lima, 2011



Cuaderno de ceniza tiene en sus páginas la carga de un cántico universal, el de las conmemoraciones eternas. El poeta no está libre de ese sentir generado al convertir en palabras la atmósfera de enigma que se respira al contemplar las huellas de la ceniza sobre la vida. Si tiembla el vértigo de las cosas en el verso, no hace falta retorcerlo para que cante: es entonces cuando leemos a un autor que, más que estallar la conmemoración para verle el contenido, se encuentra con los trozos ya separados, esparcidos y emprende la reconstrucción desde un asombro original, originario, con serenidad absoluta e implacable despojamiento ante el desconcierto.
Así, la captación de lo inasible se desentiende de la lógica exterior del mundo para abrir el pasadizo de la poesía. Esa lógica que va erigiendo interrogantes como ¿hacia qué extremo quiere oscilar ese péndulo de las tendencias que necesita separarse de sus evidentes cansancios y agotamientos? Bedoya señala las líneas de fuga que observa a su alrededor: un mayor calado simbólico-estético (línea de ahondamiento asumida explícitamente por la poesía actual) y un cierto estremecimiento abstruso, que ya ha producido libros espléndidos en otras latitudes del mundo.
En Cuaderno de ceniza se pretende conservar la mesura adquirida que otorga y requiere este tipo de poesía donde se va levantando el amor de las cosas que quedan cuando entendemos que es lo efímero lo que nos sobrevive. Hay, pues, en este Cuaderno de ceniza, trabajo definido y trascendida a la más seria reflexión. No aventura, quizá cierta experimentación, cierta exploración: la realidad —el destino humano identificado en cada instante— es lo suficientemente rigurosa y perentoria como para que le sea consagrada toda una obra poética, es decir todo un vivir poético a través de los huesos y la ceniza.
Creo que el autor, con una voz cuya sabiduría y dominio del lenguaje nos muestra la profundidad de sus intuiciones, otra vez nos conduce a sentir la intensidad lírica que hace de estos versos la posibilidad de volver a creer en la poesía. Quien tenga dudas del futuro de la nueva poesía de este lado del mundo, que abra este Cuaderno… y conozca la profunda reafirmación de una estética poseedora de revelaciones y cantares que nos hacen palpar los sentimientos, aquellos que nos acompañan y a la vez nos permiten reconocernos, en tanto presumimos que aún estamos con vida.
Walter L. Bedregal Paz


Presentación de "Cuaderno de ceniza", viernes 30 de Enero. Auditorio del Museo Histórico Regional Casa Garcilaso.
(En el XIX Festival de Poesía "Enero en la palabra").

Lectura el libro "Cuaderno de ceniza".

Luego de la presentación: Leoncio Luque Ccota, Boris Espezúa Salmón, Alfredo Herrera, Darwin Bedoya,
Vladimir Herrera y Walter L. Bedregal Paz.

En  el Coffe Club Nirvana (Juliaca), Rubén Monrroy, Luis Pacho, Víctor Villegas, Hernán Flores (México), Héctor Hernandez Montecinos (Chile), Cristopher Bedregal Hinojosa y Walter L.  Bedregal Paz.



LOS ANIMALES DE LA NOCHE / 75
[Mapa de ceniza]
: aquel día, como si aconteciera la muerte de un dios, deposité los sueños del hombre sobre su pecho aún sangrante. Puse también, entre sus manos, un poco de sangre y hierba fresca, con el fin de mostrar al espíritu del viento que fue un tipo como ningún otro. Después, antes de abandonar su tumba, corté mi larga cabellera y la puse a sus pies, quise estar seguro de que guiaría su alma hacia el lugar donde viven todavía los hombres de su estirpe.
: ahora, después de mil años, todavía debe estar cabalgando presuroso hacia los nuestros. Mañana será parte del viento y de la gloria. Mañana en la misma batalla estaremos con él. Lo veré incendiando bosques. SERÁ UN PAISAJE LENTO. EMPEZARÁ A ENREDARSE ENTRE LOS CABELLOS POLVORIENTOS DE MI MADRE. SUS OJOS TODAVÍA CORONARÁN UN POCO DE ESPERANZA, PORQUE SE LE VE TAN LLENO DE CONTENTO QUE CUALQUIERA DIRÍA QUE NO ES ÉL.
: mucho tiempo después de que él me dejara olvidado en los jardines antiguos de su reino, supe que mi pensamiento no era más que un templo sumergido en la distancia, y que desde ese día la esperanza comenzaría a desgastarse entre mis manos. Ahora también sé que de nada sirve guardar las armas del reino en los rincones de mi memoria. Comprendo, al fin, que solamente sus pasos, como un viejo recuerdo, rondan, a duras penas, los límites de este reino. Presiento que nadie llegará hasta aquí, nadie cuidará el trono de mi padre, tal vez yo y mi nuevo silencio que ahora dejo sobre la aldaba de la puerta principal logremos intentar este viaje a la niebla. Intuyo que esta es la última verdad: ALGUNOS ANIMALES ESCARBARÁN FURIOSAMENTE EN MI SANGRE, BUSCARÁN LA ESPERANZA. Y antes de que sus garras den con mi corazón, siempre volveré a preguntarme: ¿Volverá mi padre pintado de sangre? ¿Volverá con sus cabellos humeando las palabras que no me supo decir?
: el dolor, la soledad, la angustia, un día de estos hallarán una frontera que les impida el camino hacia nosotros. Veo que los últimos hombres del reino bordarán los pliegues de su esperanza en una densa neblina. Porque aún se puede oír el llanto de algunos niños que cantan los sueños de aves enjauladas. Todos saben: el secreto del amor siempre fue su gesto de no creer en nada y conocer la muerte como las palmas de su mano. Estos hombres muertos que hay aquí, en este reino, escriben un signo funesto. Alguien se está dedicando a abrir las puertas del tiempo, sin ninguna compasión. Estos días, seguro que la observación minuciosa de las distancias y los vacíos y los matices de cada cosa, son el principal secreto de la vida.
: una reina de ceniza sigue siendo venerada. El Rey es un esqueleto seco, seco. Pero sus manos se mueven en los relámpagos del tiempo, más fuerte que cualquier fiera salvaje. Y la sombra del abuelo se dedica a elevar plegarias imposibles, como un silencio hundido en las más oscuras ceremonias. Nuestro reino empieza a palidecer. No hay palabras. Llueve. Echo de menos las campanas del reino. El silencio atraviesa, como un suspiro, las penas y los corazones. Ahora nuestros pasos son los pasos de una quimera que se apaga. Vienen los muertos, como las flores profundas, cantando el nombre estremecido del Rey. Vienen con la eterna victoria envuelta en sus banderas, los muertos. ¿Adónde arrastro este enorme esqueleto? Sé que mi fuerza es uno de los mejores recuerdos, y mi olvido, como un cernícalo hambriento, ronda furioso las últimas entelequias de mi padre.


[La prueba de ceniza]
: mil novecientos años después, cuando los hombres subieron a la montaña, lo primero que vieron fue su propia sombra deshaciéndose como hilachas. Así empezó nuestra procesión hacia el olvido. Aquellos días supe reconocer el paso del tiempo y también logré diferenciar los lamentos de los ancianos y niños que se quedaban atrás. NUESTROS RASTROS PARECÍAN UNA CAMINATA DE INSECTOS. Por aquellos días empezó la ceguedad de nuestros guías. Mientras que en algún lugar del camino, nuestros fracasos dormían como un perro cojo y sin dueño. De este modo fueron transcurrieron los años, bajo el sol durante el día y, en las noches, sombras como grillos saltando de un lugar para otro, guiándonos por el latido de los esquivos corazones y el sonido de las tripas, anudándose, en las panzas vacías.
: en esta larga huida, los hombres más valientes del reino, ya entrados en años, de improviso llegaron a la alucinación, entre desvaríos y lamentos enterraban sus manos en el silencio, pensando en un Rey, en un caballo lomo de piedra y cascos de hierro, en ese potro que los pudiera llevar lo más rápido posible hacia la muerte.
: algunos se enterraban junto a sus muertos. Después, entre todos esos cadáveres sembrados en el camino, solamente uno nos pudo interesar: el de el valiente sin nombre, el último que murió concibiendo los rituales del viento. En sus manos muertas encontramos una señal: descubrimos el camino indicado por la lluvia y el humano olvido. Dicen que él bebió sorbos interminables de tu sangre.
: hubo una temporada que caminábamos, otra vez, a tientas. Existió un amanecer, un instante en el que los hombres últimos del reino segaban las súplicas de su destino, a duras penas. Otros hombres se rasgaban las vestiduras y se afligían hasta el cielo. Encharcaban sus ojos hasta el ahogo; por eso, en los días posteriores nos acostábamos en las faldas de la tristeza y con un puñado de tierra rociada sobre nuestros sueños. Podíamos oír el lamento del hombre hijo del Rey, casi como una maldición. Cocinaba gatos y hurones a las tres de la mañana.
: aquellas veces teníamos los ojos inundados con el miedo y la desolación. NUESTRAS MANOS, DESESPERADAS AVES, SE POSTRABAN EN EL CALOR DE NUESTROS PECHOS, LENTAS, COMO FLORES SUAVES QUE MUEREN EN LA MESA DONDE SOLÍAN DESCANSAR LAS BARBAS DEL ABUELO. Presumo que jamás quisimos algo así. Presumo.
: había una mujer que se dedicaba a untar mis pómulos con bálsamos de sangre. Junto a mi lecho repetía, con suaves palabras, los nombres de los últimos sobrevivientes, sólo entonces mi memoria se colmaba de pájaros. Pero nosotros, exhaustos como estábamos, sentíamos la presencia de lo que algunos llaman vacío y otros desmoronamiento. Alguna vez, las terribles noches pudieron extirpar mis párpados con sus labios filudos. Alguna vez sus palabras venenosas trazaron en mi esqueleto el mapa de la ceniza. Entonces podía sentir cómo era que todos los fantasmas se mojaban.
: quisiera recobrar la sabia paciencia de la contemplación de las distancias, pero hay un chasquear de viejos árboles donde inflaman su buche los cernícalos, ellos presienten la inminente llegada de los diluvios. Seguro que nunca más podremos descender al lugar del tiempo y sus apariciones momentáneas.
: Ya no podré recordar que venía desde el centro de una tierra invisible. CABALGARÉ DESDE UN MUNDO CERCANO AL SOL. OLVIDARÉ QUE FUI EL ÚLTIMO HOMBRE QUE AL CERRAR LA FILA ESCUPÍA SUEÑOS Y A VECES ESPINAS. Jamás volveré a recordar que fui el que reconocía los cadáveres de los valientes y los ancianos. No habrá otra memoria para los esqueletos de mis padres, de mis hermanos. Ahora soy el cadáver de todos ellos.


(Coalaque, quebrada de los damascos, 1953. Libro décimo, Canto 72, Rituales de la oscuridadLos animales de la noche. p. 96)

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P.D. Las primeras fotografías, pertenecen y han sido tomadas de: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1550252885259913&set=pb.100008256484891.-2207520000.1425558294.&type=3&theater. La última de la cámara del Ing. Rubén Monrroy.




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