Canciones de cuna
Posted: viernes, abril 13, 2018 by Walter L. Bedregal Paz in
0
Canciones de cuna
Darwin Bedoya
Colección de
microrrelatos El Lavapiés de la hormiga
N° 03
Grupo Editorial Hijos de la lluvia
Pp. 84
ISBN 978-612-4177-31-6
Arequipa, 2016
Un tono literario que oscila entre fantástico y existencial acompasa
este cancionero de Bedoya. Cada microrrelato es un mundo hecho a fuego lento
donde todo parece estar en transición: no hay nada que esté en el lugar al que
pertenece. El autor propone, de manera explícita, un juego en el que el lector
es llevado a territorios que son igual de sombríos o agrestes que los paisajes
interiores de sus protagonistas. La inquietud y la angustia pues, son desatadas
por este juego de espejos en los que son las víctimas las que parecen proyectar
un aire
sereno pero inquietante sobre su propio entorno.
Si alguien huye de este libro, de todas formas la inquietud huirá con
él.
Si alguien lee este libro, estará pisando un
terreno sin luz. Un lugar donde las ramas han
comenzado a crujir bajo sus pies y al fondo,
alguien espera la silenciosa llegada del lector.
Este libro aprieta la existencia, desordena
los sentidos. Canciones de cuna esconde
historias truncadas, personajes
incomprensibles y tramas psicológicas
de filo muy brillante. Aquí todo hay que interpretarlo;
tal vez la ficción no exista como el sudor y las lágrimas pero
lo que sí existe es esa pretensión descomunal de estos textos por
mostrar, descabelladamente, esa querencia por una oscura pulsión donde el autor
juega hábilmente con una sucesión de líneas perturbadoras. Así las cosas, solo
nos queda asistir al extrañamiento de lo creíble o lo inverosímil.
|Oscuridad |
Quiela se ha recostado nuevamente en su antigua cama. Ya van como siete años que siempre la vemos en ese rincón del dormitorio. Pálida, flacucha y con la cabellera colgándole hasta el suelo. Pero en todos estos años no ha soltado a su gata Luciel. Todo el tiempo le está acariciando el lomo, por eso sabemos que ambas están despiertas. El animal tampoco se aparta de sus manos. La única diferencia es que antes Quiela nos decía cosas, tenía esperanzas de un día viajar por el mundo. Incluso su gata maullaba como queriendo pedir algo, en cambio ahora todo es silencio. Mamá, sentada en la misma banca de siempre, continúa tejiendo el suéter marrón que papá no se pondrá nunca porque, si Quiela no está, para papá ya nada tiene sentido. Él no soportaría verla como ahora: está detrás de la casa, sentada sobre un pedazo de madera, no se cansa de acariciar a su gata, a veces sonríe, cree oír que sus amigas juegan en el patio. Lleva escuchando los mismos sonidos durante días, debe estar equivocada porque todos en el barrio se han marchado hace tiempo. Hay noches en que me llama y me dice que le pregunte a nuestra madre si ya puede levantarse para ir al patio. Mamá siempre responde lo mismo: dile que duerma un poco más, aún es de noche.
RESUMEN BIOGRÁFICO: (Moquegua, 1974). Ejerce la docencia y la investigación literaria como profesor de
Comunicación y Letras. También trabaja como corrector de estilo y redactor
cultural. En narrativa ha publicado Los días de Bonny (Relatos, 1999), Tengo un
viaje por hacer (Cuentos, 2000), Aunque parezca mentira (Microrrelatos, 2008),
Es que hacías tanta falta (Cuento, 2009), Electra machina (Microrrelatos,
2012). Fue editor de las revistas de literatura Cifra poética (1998), La rama
torcida (2008), El aguafiestas (2009), Présago (2009), Oquendo (2005-2013),
Hado tártaro (2011). Miembro permanente del Consejo Editorial de la revista de
literatura Pez de oro y El Katari. Primer Premio Nacional de Cuento por su
libro de microrrelatos Bosque de luciérnagas (2011), Primer Premio Copé
Internacional de Oro por su poemario El libro de las sombras (Poesía, 2011) y
Premio Nacional de Poesía por su poemario El lugar donde orina un animal
(Poesía, 2015). Dirige el Taller de
Creación Literaria La tribu de los espantapájaros. Reside en una provincia de
Cusco; recibe visitas a cualquier hora del día en su blog:
http//darwinbedoya.blogspot.com